POR CRISTOFHER MARRERO, Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Valle Gran Rey.- Desde el 15 de marzo de 2017, fecha que se aprobó el primer y único presupuesto propio del gobierno en esta legislatura, los grupos de la oposición estamos escuchando al alcalde, Ángel Piñero, que ya está trabajando en el presupuesto de 2018. Presupuesto cuya redacción está externalizada y se redacta por una empresa privada.
Pasaron los meses de 2017, los que gobernó con mayoría y los que lo hizo en minoría y seguíamos escuchando hablar del presupuesto 2018, sin embargo, ese documento no había sido ni encargado, cosa que demostrará el Libro de Decretos municipal.
Por más que el alcalde se obstine en presentarnos una realidad paralela en que supuestamente Valle Gran Rey va estupendamente y las cosas nunca han estado mejor, lo único cierto, creíble, fiable y comprobable es que a fecha 14 de marzo de 2018 los grupos políticos no hemos tenido acceso siquiera a un anteproyecto de presupuesto municipal. Esto podría ser entendible desde la perspectiva de un gobierno en mayoría, que no necesita alcanzar acuerdos para su aprobación sino simplemente lo considera un trámite, pero no aquí donde sufrimos un desgobierno en minoría.
Una minoría débil y megalómana que proclama el dialogo y la transparencia al tiempo que dinamita todos los puentes de entendimiento con el resto de los grupos, hasta tal punto que perdió el apoyo de su socio de gobierno y ahora deambula en los plenos copiando el voto, los argumentos y los posicionamientos de la oposición para no hacer aún más evidente su falta de proyecto político.
Desde septiembre de 2017, cuando ASG abandonó el gobierno, el alcalde no ha sido capaz de presentarnos ni un solo documento o propuesta propia siendo este hecho una más de las muchas evidencias de su nula gestión y absoluta parálisis a que ha sometido a nuestro pueblo, dejando de lado los grandes retos de Valle Gran Rey para dedicarse a la cosmética de tapar parches, pintar barandillas y acometer ocurrencias carentes de continuidad o perspectiva que siempre quedan a medias.
La falta de interés en presentar un presupuesto e iniciar el trámite de aprobación del mismo es muy preocupante por cuanto implica una serie importante de perjuicios para las vecinas, vecinos y para el municipio en general. Sirva como ejemplo que la prórroga presupuestaria no incluye las subvenciones a agrupaciones o colectivos con las consecuencias que ello implica y que muchas ya recordaran del ejercicio 2016.
Tampoco es prorrogable el capítulo 6 de inversiones lo cual, cuando existe un proyecto político claro supone una situación conflictiva porque el destino del dinero suele ser finalista y se concreta exactamente para qué proyecto va destinado. En otras palabras, el Gobierno no podría iniciar inversiones que no hubiesen sido planificadas y aprobadas en años anteriores y de las que ya están en marcha. Por tanto, más parálisis.
Políticamente el hecho de no haber sido capaz de aprobar más que un presupuesto propio en toda la legislatura sólo pone en evidencia el fracaso más absoluto de un gobierno que carece de proyecto, de ideas o de planificación a medio o largo plazo.
Y no es sólo la falta de seriedad en cuanto a la presentación de un presupuesto, sino que el incumplimiento sistemático de acuerdos plenarios, muchos de ellos propuestos por los socialistas, está bloqueando cuestiones fundamentales para Valle Gran Rey tales como la tramitación del planeamiento urbanístico del municipio.
Cabe recordar que desde septiembre de 2017 existe un acuerdo plenario para poner en marcha su redacción sin que el alcalde haya hecho nada hasta la fecha, aparte de anunciarlo en prensa, sino muy al contrario intentar buscar argumentos para modificar y retorcer unas normas subsidiarias obsoletas bordeando la legalidad. Unas normas que tienen más de veinte años y ya no responden al actual marco legal, a la realidad ni las necesidades y objetivos de sostenibilidad y calidad de este municipio.
Afortunadamente las gestiones de otras instituciones, grupos y empresas privadas trajeron la recuperación de las conexiones por barco y algunas mejoras en materia de telecomunicaciones que han permitido a este pueblo respirar y coger aire en una legislatura más que mediocre que está siendo marcada por las oportunidades perdidas y la parálisis absoluta en los temas importantes.
Tres años ya de falta de proyecto de un gobierno que no ha sido capaz en todo ese tiempo de dar la cara por su municipio en defensa de cuestiones tan importantes como las obras en centros escolares, iluminación de túneles, Avenida Marítima, Centro de Salud y un largo etc., a pesar de pertenecer a las siglas de CC, partido que gobierna en Canarias, y haber disfrutado de unos últimos años de crecimiento económico que para Valle Gran Rey no se han traducido en prácticamente nada.
Desde luego este no es el camino ni el proyecto que Valle Gran Rey necesita para recuperar el esplendor y la relevancia que merece.