Un albañil de 57 años vecino de Sevilla podrá acceder al cobro un millón de euros aproximadamente en concepto de herencia tras demostrar, mediante una prueba de ADN, que es hijo de un empresario fallecido en 2006, que nunca le reconoció como hijo legítimo.
Según ha explicado el abogado del albañil, Fernando Osuna, su cliente es hijo de una mujer con la que el citado empresario mantuvo relaciones en la década de los sesenta, empleada en su empresa, pero nunca fue reconocido como hijo legalmente, por lo que cuando murió la herencia se repartió entre sus otros dos hermanos, nacidos en el matrimonio del empresario.
El padre se dedicó toda su vida a regentar una empresa del sector de servicios, una dedicación por la que sus dos hijos «legales» recibieron una herencia al morir en torno a los tres millones de euros, que ahora, según el letrado, tendrá que ser repartida a partes iguales con su hermano.
Para llevar a cabo la prueba de ADN, un Juzgado de Sevilla autorizó en marzo pasado la exhumación del cadáver en el cementerio de Sanlúcar la Mayor (Sevilla) donde está enterrado, y las pruebas arrojaron un resultado de coincidencia del 99,9 %, la máxima que puede precisar a la hora de determinar un parentesco filial entre dos personas.
Ahora, Osuna ha indicado que lo más probable es que se llegue a un juicio para culminar este proceso porque hasta el momento no ha sido posible llegar a un acuerdo con los otros dos hijos del empresario para solventar este caso.