Esta semana, el Cabildo de La Gomera aprobó el proyecto de vigilancia y extinción de incendios que comienza el próximo 18 de junio y finaliza el 31 de octubre. Se trata de una iniciativa insular que cuenta con una inversión de 850.803,22 euros y que permite aumentar los medios humanos y técnicos para la prevención y actuación durante la temporada donde se incrementa el riesgo de incendios.
El presidente de la Institución insular, Casimiro Curbelo, detalló que la cuantía crece un 19% respecto al pasado año, disponiendo de un total de 182 operarios, de los que 98 pertenecen al Cabildo, 59 son personal del Parque Nacional de Garajonay y 24 de la EIRIF con base en Chipude.
El dirigente insular destacó la importancia de dotar a la Isla de los medios necesarios para la lucha contra incendios y las tareas de prevención. De esta forma, se refirió a la necesidad de que el Estado incorpore más recursos y valoró el acuerdo de la Fecai adoptado sobre este asunto. “Nos sumamos a la petición realizada por el Ejecutivo autonómico y el resto de cabildos para que se unan dos helicópteros más durante los doce meses del año”.
Además, se refirió a la distribución de los efectivos en la geografía insular, explicando que se realizará siguiendo criterios de operatividad y con el objetivo de reducir los tiempos de respuesta. “Como en anteriores ocasiones, la ubicación estará cerca de áreas sensibles de las medianías y de zonas boscosas del norte de la Isla”, indicó.
En relación a la EIRIF con base en Chipude, recordó que el pasado mes de abril se renovó el convenio con la Consejería de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias para establecer la localización, así como las acciones previstas a desarrollar por este equipo y que están dirigidas a las tareas de limpieza de combustibles forestales, junto a las labores de extinción.
Tareas de prevención
Casimiro Curbelo hizo hincapié en las tareas de prevención y aludió a los trabajos que se realizan en áreas limítrofes al Parque Nacional de Garajonay como Los Noruegos, que están permitiendo la retirada de residuos vegetales y la regeneración del área para evitar el efecto propagador de un incendio. Se trata de unos trabajos con una inversión superior a los 130 mil euros, cofinanciados a través del Programa de Desarrollo Rural (PDR) 2014-2020, para la mejora de zonas forestales y la viabilidad de los bosques.
