“La calidad turística es mucho más que las estrellas de un hotel. Es el trabajo de nuestra gente y por supuesto, el de las camareras de piso que muchas, a pesar de esas cargas de trabajo inhumanas y bajos salarios, son las primeras en ofrecer una sonrisa a nuestros visitantes”. Así de claro y contundente se mostró el diputado de Agrupación Socialista Gomera (ASG) Jesús Ramos, en su intervención parlamentaria para defender la renovación de la planta hotelera existente, en lugar de limitar la construcción de nuevos hoteles a aquellos que cuenten con la categoría de cinco estrellas.
Ramos se sumó a la modificación de la ley de renovación y modernización turística y, en concreto, a devolver al marco constitucional la proposición de ley presentada por el Gobierno de Canarias que persigue la derogación del artículo 4.2, puesto que pretende acotar las nuevas construcciones a alojamientos turísticos de lujo.
El diputado gomero aseguró que este criterio se trata de una mera improvisación, ya que según aclaró “estas construcciones conllevan un mayor consumo de suelo y de materias primas, además de que no contribuyen al desarrollo económico local, puesto que la mayoría de hoteles de cinco estrellas están muy vinculados con el todo incluido, por lo que los beneficios que genera el turista se invierten directamente en el bolsillo de unos pocos sin que repercuta en la mejora de la calidad de vida de los canarios”.
Para Ramos, es fundamental que se defina cuanto antes el modelo turístico que precisa Canarias y que responda a las necesidades que presenta cada Isla. En su opinión, se debe poner límites al desarrollismo e impulsar la renovación de la planta hotelera existente para que se ajuste a los estándares de calidad que demanda el turista para garantizar que las islas sigan siendo un destino competitivo.
Al respecto, se mostró contrario a devolver la ley para evitar que se siga postergando su debate parlamentario y apostó por enmendar aquellos aspectos que son mejorables como acotar la implantación de nuevas camas turísticas.
Además, aclaró que no es cierto que no haya límites en la ley, ya que según explicó “contiene numerosas limitaciones en materia de garantía ambiental y dimensiones, además de los requisitos técnicos y arquitectónicos que deben cumplir estas infraestructuras”.
Ramos insistió en que “no debemos oponernos a todo sin más” e hizo un llamamiento a las fuerzas políticas para debatir democráticamente la ley, con proposiciones constructivas para lograr un marco normativo que beneficie a todos los canarios.