El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha anunciado el miércoles que triplicará el salario mínimo en Venezuela hasta situarlo en los tres millones de bolívares, equivalentes a tan solo un dólar, en un país donde la inflación está desbocada —se estima que la tasa rondó el 2.700% en 2017—. La decisión, ha añadido el mandatario, es un intento por contrarrestar lo que ha denominado como una «guerra económica» por parte de opositores y empresarios para sacarle del poder. «Los primeros elementos del programa económico incluyen la protección del ingreso, por eso voy a decretar el aumento del salario mínimo a tres millones de bolívares», ha aseverado el dirigente venezolano durante un acto público. Según Maduro, la medida —aplicable a todas las tablas salariales— entrará en vigor de inmediato para hacer frente a la fuerte inflación que golpea al país latinoamericano.
El pasado marzo, Maduro ya puso en marcha un proceso de reconversión monetaria para quitarle tres ceros a la moneda nacional, cuyo valor ha descendido en picado como efecto de la hiperinflación y la recesión económica que golpean el país. Actualmente, no solo al cambio paralelo —el cambio considerado ilegal por el Gobierno— un dólar equivale a más de 2,9 millones de bolívares, según la referencia extraoficial de dolartoday.com; sino que también las casas de cambio de divisas autorizadas pagan el dólar estadounidense a un precio parecido, de 2,2 millones de bolívares por dólar, muy por encima del establecido por el Banco Central (BCV), que por cada dólar paga 80.000 bolívares.
Desde el pasado 8 de junio, el Gobierno venezolano autorizó a tres casas de cambio, el Grupo Zoom, Italcambio e Insular, aliados de operadores internacionales como Western Union y Moneygram, a operar en el país, en el que rige un control cambiario desde 2003 que otorga la exclusividad en el manejo de divisas al Estado. El entonces vicepresidente Tareck el Aissami remarcó que solo estas tres firmas, que cuentan con 124 agencias en todo el país, están facultadas para «recibir divisas del mercado nacional por remesas».
Así, aunque la tasa oficial de cambio que exhibe el BCV ubica en 80.000 bolívares el precio unitario de la moneda norteamericana, la casa Italcambio paga hoy 2.200.000 bolívares por cada dólar estadounidense que se envíe por concepto de remesas familiares desde el extranjero. Cualquier persona puede acudir a la casa de cambio a vender dólares en efectivo a la tasa indicada y sin monto máximo establecido. Esta decisión, según el Gobierno venezolano, busca evitar que las divisas que entren al país caribeño terminen en manos de las «mafias del delito organizado que fomentan y promueven el dólar (paralelo) criminal que afecta tanto a la economía nacional».
El anuncio del aumento del salario mínimo llega justo un día después que la Asamblea Nacional Constituyente designara a Calixto Ortega como nuevo gobernador del Banco Central de Venezuela, entidad que dejó de informar mensualmente sobre la evolución de los precios hace casi dos años—pero reconoció tasas de inflación de 180% y 240% en 2015 y 2016—, y que el presidente señalara que el país «estabilizará y equilibrará» su economía. «Lo vamos a lograr», ha aseverado. La oposición venezolana, por su parte, ha acusado a Maduro de ser el principal responsable de la grave crisis económica que atraviesa el país. Según las previsiones del FMI, los precios en Venezuela subirán un 1.800.000% en dos años y la economía se contraerá en un 15% en 2018 y en un 6% el año que viene.