Con el comienzo del Mundial de fútbol 2018 en Rusia hemos sido testigos de la aparición, por primera vez en un mundial, del ya famoso VAR.
Aficionados de todo el globo aman y odian a partes iguales a este sistema que nació con el objetivo de reforzar el trabajo de los árbitros en el campo de juego y que apuesta por la deportividad y, para algunos, es abanderado de ‘justicia’ deportiva.
Hoy te lo contamos todo sobre el VAR, cómo funciona y ciertas curiosidades.
El VAR, por sus siglas en inglés, Video Assistant Referee, es el asistente de video al que el árbitro principal puede recurrir en caso de tener dudas sobre hechos que podrían cambiar el curso del partido.
A pesar de que para muchos es algo novedoso, se viene experimentando con este sistema desde comienzos de 2016 y algunas ligas nacionales de fútbol, como la alemana, lo han usado como garantía durante sus partidos.
El VAR utiliza las imágenes grabadas por las cámaras de televisión, que son más tarde retransmitidas en una sala que cuenta con 3 árbitros asistentes que evalúan las imágenes.
En el caso del mundial de Rusia, los tres árbitros, independientemente de donde se celebre el partido, siempre se encuentran en una sala centralizada en Moscú, desde donde se comunican con el árbitro principal a través de un pinganillo.
Los árbitros asistentes cuentan con acceso a 33 cámaras de video en el campo que graban desde diferentes ángulos con el fin de ayudar a los responsables en su decisión. 12 de ellas, además, son capaces de captar las imágenes en cámara lenta.
La comunicación funciona en las dos direcciones: el árbitro principal en el césped puede acudir a ellos en caso de que tenga dudas sobre alguna acción reciente en el partido, y los asistentes, a su vez, pueden comunicar por su cuenta al árbitro acerca de alguna acción sancionable en caso de que este no lo haya visto con claridad o se encontrase en otro lugar del campo de juego, e incluso aconsejarle sobre sus decisiones en cualquier momento.
A pesar de esto, el árbitro principal en el campo es siempre quien tiene la decisión final, pudiendo incluso verificar las imágenes por él mismo asistiendo al monitor de vídeo situado en un lateral del campo de juego.
Existen únicamente cuatro ocasiones en las que el árbitro puede recurrir a la ayuda de los asistentes de video. La primera de ellas es la concesión de un gol. En este caso, los asistentes revisarán acciones tales como fueras de juego o acciones de ‘mano’ por parte de un jugador que impidan la validez de un gol.
La segunda y tercera ocasión en la que el árbitro puede contar con el apoyo de los asistentes son los penaltis y las tarjetas rojas, asegurando que los jugadores reciban la sanción correspondiente a sus acciones.
La cuarta y última es la identificación de un jugador, por ejemplo cuando varios jugadores se encontraban cercanos en el momento de la acción sancionable y el árbitro no conoce con claridad quién es el jugador al que debe penalizar.
Lo cierto es que, aunque este sistema no es nuevo, las asociaciones de arbitraje ya se están planteando adaptar cursos para asistentes VAR, ya que prevén una gran demanda de ellos. Si deseas invertir en tu futuro y convertirte en un asistente VAR, Matchbanker ofrece una lista de préstamos actualizados para que la financiación no sea un problema.