¡Dios, qué gran personaje se ha perdido el teatro español! Autora de sus guiones, monologista, directora de escena y actriz dramática, poseedora de los más variados registros tonales que la hacen capaz de expresar desde la sorpresa a la ira, desde la mansedumbre a la indignación y hasta la decepción o el más triste y cruel desamparo, la inigualable farandulera que es nuestra –es un decir- Ana Oramas, se perfila como la más conspicua representante del españolismo coalicionero en las Cortes metropolitanas y privilegiada aspiranta a sucesora en la medianería colonial del afuchado Clavijo.
Estábamos acostumbrados a su tono meloso y acariciador, con frecuentes matices serviles, que mostraba cuando en España gobernaba la derecha más corrupta de la historia reciente, pero los registros tan variados de su última intervención frente al recién estrenado ministro español de Fomento, han causado verdadero asombro entusiasmado a sus incondicionales fans. Es una lección de maestría parlamentaria. Una pregunta, suave e inocua en apariencia, acerca del plazo de aplicación del acuerdo que, sobre la subvención del 75% a los billetes aéreos entre Canarias y España, habían alcanzado los nacionaleros de Nueva Canarias –apoyados por supuesto por los coalicioneros- con el PP y la subsiguiente contestación ministerial dando, como mínimo, un plazo de 6 meses para su aplicación efectiva desató toda la vena, dramática hasta el patetismo, de la diva lagunera.
El ministro trató de explicar que, a diferencia de la petición de NC del 2017 que posibilitó el 75% de subvención en los viajes interinsulares, en este caso, se había metido la pata por parte de NC y el PP, como firmantes de la enmienda transaccional a los presupuestos estatales españoles al introducir, en el enunciado de la enmienda, la coletilla de “se autoriza al gobierno” a establecer un nuevo porcentaje en la subvención al transporte aéreo entre la metrópoli y la colonia. Esa redacción implica que, para hacerla efectiva, el gobierno español –independientemente de su color o composición- tiene que “autorizar” la modificación, lo que conlleva un Decreto Ley con toda su parafernalia que conlleva su tiempo. La metedura de pata fue por parte de NC, que se limitó a reproducir la redacción de la propuesta que había presentado en 2017 para los viajes interinsulares, pero entones, luego, en la transacción de la enmienda con el PP gobernante, se suprimió la dichosa coletilla de “autorizar” al gobierno. Ahora, ya fuera por despiste pepero o por cálculo dilatorio premeditado del entonces gobierno Rajoy obligado a aceptar lo que le echaran para conseguir la aprobación del presupuesto, la coletilla siguió en la transaccional NC-PP.
Comenzó nuestra –es un decir- diputada con un perfecto acento que mostraba rabia contenida, diciéndole al bisoño ministro que, por su parte, mostraba la normal prepotencia propia del colonizador, “Señor Ábalos, he contado hasta diez para responderle” Con histriónica maestría y un desgaste físico en la gesticulación digno del mejor atleta, sacudiendo dedos, manos y brazos aislada o conjuntamente según conviniera a la expresión, largó airadamente, todo lo que le pareció adecuado, desde que “Esto es un derecho, esto no es un tema de perritas, como decimos en Canarias” por ser, según su criterio, “un asunto de vital importancia para los canarios”. En un alarde imaginativo mentó a “los miles de canarios”, entre estudiantes, padres y abuelos, que cree ella, que están esperando solo por la nueva subvención de 200 millones para comprar sus pasajes. El televisado cabreo de nuestra Ani se ha hecho viral en las redes y alimento de grandes titulares de una prensa isleña que ya Secundino tildaba de banal y asalariada.
Tras admirar su capacidad histriónica tengo que admitir que me hubiera gustado ver esa misma energía reclamatoria con los anteriores ministros de Fomento peperos que, desde 2012, han ido incumpliendo sistemáticamente sus compromisos contraídos con Canarias en materia de carreteras. De ese año 2012 ya el Tribunal Supremo español condenó al Estado a abonar a Canarias 138 millones de los recortes que introdujo sobre los presupuestos aceptados, milloncejos que aún estamos esperando. Los recursos judiciales a los saqueos estatales de 2013 y 2014 están pendientes de sentencia por el TS mientras que se están presentando los correspondientes a los ejercicios de 2015 y 2016. Entre todos suman cinco veces más de los 200 millones que motivan el cabreo de Ani. Espero que ahora que sus mentores de la derecha española no se sientan en los sillones ministeriales, nuestra –de nuevo es un decir- diputada revalide sus cualidades de eximia farandulera y le monte el número al caballero de Fomento, entendiendo que el transporte por carretera es, indudablemente, mucho más prioritario para el canario normal que el aéreo con España.
De todas formas, y puestos a pedir, ¿por qué no emplea la señora Oramas también un fisquito de esa volcánica energía en reclamar al gobierno colonial –y, por ende, a sus medianeros autóctonos coalicionados- acabar con los enormes niveles de pobreza en esta desgraciada patria canaria? Por si no se ha enterado hay circulando por estos mundos un informe de la denominada “Tasa AROPE” para 2017–siglas inglesas, que es la moda, de “At Risk of Poverty and/or Exclusión”- que mide el riesgo de pobreza y exclusión en una sociedad. Ese informe coloca a Canarias en el lugar más destacado por lo negativo del Estado en cuanto a pobreza y exclusión, con un 44,6% de nuestra población en ese riesgo frente al 27,9% del conjunto estatal ¡Casi 17 puntos por encima de la pobreza en España! De ellos, un 13,6% de canarios están en pobreza severa (ingresos por debajo de 342 euros mensuales), otra vez un 6,7 % más que los españoles en idéntica situación.
Más grave aún es el panorama si situamos la mirada sobre nuestra infancia. Según UNICEF el 49,4 % de nuestros niños están en esa situación de pobreza ¡otra vez 16 puntos por encima del 32,9% estatal y el DOBLE que la media europea! Eso significa que 150.000 menores canarios están en esa situación que, ignoro, si serán parte de esos miles de potenciales viajeros aéreos que contempla la señora Oramas. Puntualizando aún más. En Canarias, los menores en hogares con carencias materiales severas son un 12% de nuestros niños, 5 puntos superior al 7% de los niños españoles.
Podríamos seguir con otros muchos indicadores, pero solo con los reseñados los hechos me parecen mucho más merecedores del cabreo y el numerito histriónico de la diputada, que la demora en hacer efectivo el incremento a la subvención al transporte aéreo entre Canarias y España. Mejor dicho. Me parecen más que suficientes para que el señor Quevedo, la señora Oramas y sus conmilitones de CC-NC, comenzando por el afuchado Presidente Clavijo, reclamaran a voz en grito la INDEPENDENCIA para esta desgraciada y expoliada colonia.
Francisco Javier González.