La titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid ha enviado una exposición razonada a la Sala Segunda del Tribunal Supremo —competente para investigarle en su caso, al ser aforado por ser diputado— para que decida si procede investigar al líder del PP, Pablo Casado, por las presuntas irregularidades en la obtención del título del máster de Derecho autonómico en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC).
Casado lo aprobó tras cursar solo cuatro de las 22 asignaturas gracias a las convalidaciones de otras 18 materias, por lo que para obtener el título solo tuvo que realizar cuatro trabajos de unos 90 folios -calificados con sobresaliente- y que la Universidad no encuentra.
En un auto, la titular del juzgado de instrucción número 51 de Madrid, Carmen Rodríguez-Medel, declara agotada la instrucción en todo aquello que «no implica actuaciones procesales» en relación a Casado y lo envía al Supremo, el órgano competente para investigar, si procede, a Casado al tratarse de una persona aforada.
En el auto, la jueza destaca que es «necesario garantizar sus derechos» ante «la indiciaria responsabilidad penal».
La jueza recuerda que esta decisión es recurrible en reforma ante el juzgado o en apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid, en un plazo de tres y cinco días, respectivamente.
De forma paralela, la jueza Carmen Rodríguez-Medel prosigue con la ronda de declaraciones que abrió la semana pasada e interrogará a lo largo de esta jornada como testigo a otro alumno que realizó el máster del presidente del PP en el curso 2008-2009.
Se trata de M. A. García Delgado y estaba previsto que compareciera la semana pasada, aunque tras informar de que estaba en un viaje en el extranjero, se optó por posponer su declaración para este lunes.
Tampoco fue a clase
Las anteriores comparecencias dejaron algunas revelaciones como el caso de una alumna que hizo el mismo máster de Casado, María Dolores Cancio, que reconoció el pasado jueves ante la magistrada que obtuvo el título sin hacer trabajos y sin ir a clase.
Cancio, confesó que le regalaron el máster y que Álvarez Conde le manifestó que no se preocupara por nada, que no hacía falta que hiciera nada. Explicó que fue Conde quien le dio indicaciones sobre cómo tenía que hacer para que le convalidaran 40 créditos, como hizo el líder del PP, así como la devolución de las tasas por asignaturas convalidadas, algo que también realizó Casado.
Junto a ella, también comparecieron otras dos compañeras, María Mateo Feito y Alida Mas Taberner, que sí defendieron que hicieron los trabajos necesarios para ser evaluadas, pero no aportaron ningún documento que lo demostrara. Las tres están imputadas por presuntos delitos de prevaricación administrativa y cohecho impropio.
Precisamente el testimonio de Mateo Feito, hija de la exasesora de la Consejería de Educación Maria Teresa Feito (a la que la profesora Cecilia Rosado acusa de presiones por el acta del TFM de la expresidenta Cristina Cifuentes) derivó en la imputación por esta pieza del catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos, Pablo Chico.
Así, indicó a la magistrada que una de sus asignaturas había sido calificado por este profesor, que sin embargo negó el pasado viernes haber evaluado a esta estudiante y aseguró ante la juez