Tenemos noticias de que la economía va bien. No solo lo asegura eso que los expertos llaman “indicadores macroeconómicos” sino que la mejor prueba es que varios grupos políticos de las islas han aprobado un aumento del número de diputados del Parlamento de Canarias, que pasará en breve de 60 a 70 escaños. ¡Hay pocas empresas en las islas que pueden aumentar de un día para otro su plantilla en más de un 15%!
En Agrupación Socialista Gomera no estamos de acuerdo. Por supuesto, no estamos de acuerdo con haber incrementado el número de parlamentarios sobre las costillas de los impuestos de los ciudadanos. Y tampoco creemos que la economía vaya realmente bien para los ciudadanos. Creemos que aún subsisten las dificultades para miles de trabajadores con salarios bajos que apenas pueden llegar a fin de mes y para los autónomos y pequeñas empresas que a duras penas pueden sobrevivir. Canarias sigue estando en los lugares de cola en términos de renta familiar, con un alto número de pensiones no contributivas claramente insuficientes y con doscientas mil personas que siguen sin encontrar trabajo.
Para nuestras islas, conseguir una financiación adecuada a sus necesidades es fundamental. Y mucho más importante, incluso, es conseguir que el dinero con el que en teoría ya cuenta, porque está consignado en los presupuestos, acabe realmente en la economía de nuestra tierra, para promover el crecimiento económico y la prosperidad.
El Gobierno central se enfrenta a numerosos retos en este curso que comienza. Tiene que cumplir con los objetivos económicos de contención del déficit que le marca Bruselas, pero al mismo tiempo tiene el compromiso de aumentar el gasto social y de volcarse en la mejora de los servicios públicos. No es la cuadratura del círculo, pero es difícil de conseguir. El objetivo de Canarias, en este contexto, es promover ante Madrid una defensa adecuada de sus necesidades y urgencias. El mayor error del anterior gobierno conservador fue aplicar la misma medicina a todos los pacientes. Dicho de otra manera, el mismo tratamiento fiscal —de recortes y austeridad— a todas las Comunidades autónomas, con independencia de su situación y riqueza.
No existe peor injusticia que tratar igualmente a los desiguales. Hay comunidades —Andalucía, Canarias, Extremadura…— que presentan indicadores sociales totalmente diferentes a otras. Indicadores alarmantes que se traducen en un gran número de personas al borde de la pobreza y la exclusión social. El nuevo Gobierno socialista debe tener también una nueva sensibilidad. En materia de financiación no puede existir un “café para todos” que no tenga en cuenta las distintas necesidades que plantean unas sociedades más pobres frente a otras más desarrolladas.
Canarias sigue pendiente de la firma de numerosos convenios importantes, en diferentes materias, como carreteras, obras hidráulicas o empleo. Esos convenios vienen a completar la financiación ordinaria de las islas y suponen actuaciones que impulsan obras públicas absolutamente necesarias, generan empleo o favorecen el acceso de los canarios a servicios tan necesarios como el trabajo o la vivienda pública.
El trabajo que debe abordar el Gobierno de las islas en este otoño es trabajar en el marco de las relaciones con el nuevo Gobierno central para explicar y convencer de las peculiares condiciones y necesidades de nuestra tierra. En tanto se define el nuevo marco de financiación de las autonomías —que previsiblemente tardará bastante— hay que abandonar los postureos preelectorales, las críticas fáciles y el juego político. Hay que trabajar seria y prudentemente por los intereses de los canarios. Y esos intereses pasan por conseguir ir cerrando los convenios por los que llevamos tanto tiempo esperando. Eso, naturalmente, pasa también porque los diferentes departamentos de la administración central sean sensibles con la situación de una comunidad donde persisten graves problemas estructurales que necesitan políticas adecuadas de inversión y de gasto público.
Por supuesto, el Parlamento de Canarias debería jugar también un papel fundamental en ese horizonte. Todas las fuerzas políticas del arco parlamentario deberían aparcar sus rivalidades para arrimar el hombro, porque el éxito de esas gestiones será el éxito de muchas familias de nuestras islas. Desde Agrupación Socialista Gomera intentaremos convencer a todos de esa necesidad que está por encima de las discrepancias políticas. Hay que buscar inversiones. Hay que promover el desarrollo y la prosperidad.