¿Has oído alguna vez hablar de la inteligencia emocional? Es aquella que no puede medirse con ninguno de los test que nos hacían en el colegio para saber cuál es nuestro cociente intelectual. Durante muchísimo tiempo, ha sido ignorada. Por suerte, ahora está aquí para quedarse.
Diferentes habilidades definen personas diferentes
Circula por Internet una imagen que es una representación ilustrativa de una cita que Albert Einstein pronunció alguna vez. Dicha cita dice así: “Todo el mundo es un genio. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar un árbol, pasará el resto de su vida creyendo que es un idiota”.
En la imagen, puede verse como un pájaro, un mono, un pingüino, un elefante, un pez en su pecera, una foca y un perro guardan fila. Representan a los alumnos de una clase. En frente, el profesor les informa “para una selección equitativa vamos a hacer el mismo examen a todos. Trepen el árbol”. Revelador, ¿verdad? Obviamente, la capacidad de trepar no es igual para todos ellos. El mono probablemente obtenga un diez en la prueba, pero el resto de ellos fracasará u obtendrá resultados muy mediocres. Sin embargo, ¿qué ocurre con las otras aptitudes? ¿Es que no son válidas?
Nadar, correr, volar… ¿nadie va a valorar al resto de los alumnos por sus talentos intrínsecos e igualmente útiles y estimables? Lo mismo ha ocurrido en las escuelas durante siglos. Se ha determinado cuales son las capacidades evaluables y meritorias, y se han descartado las demás.
No te olvides de motivar a los tuyos en sus obligaciones estudiantiles o laborales con mensajes de buenas tardes amor. Seguro que en algún momento necesitan que alguien les recuerde que, aunque no puedan trepar, tienen decenas de otras habilidades que les hacen especiales y valiosos.
El motor de nuestro potencial necesita gasolina
Volviendo a la crítica del sistema educativo con el ejemplo de los animales y el profesor (que es un simple ejecutor de los métodos y técnicas de la doctrina vigente), podemos imaginar perfectamente la situación en las aulas de los colegios e institutos.
Es posible que estemos avanzando poco a poco en cuanto a la selección e implementación de los modelos educativos, pero con mucha probabilidad esto no se esté dando todavía en las instalaciones de los centros públicos. Los progenitores que deseen que sus hijos estudien en base a sistemas alternativos se ven forzados a pagar por una educación distinta y de calidad generalmente superior.
Durante mucho tiempo no existieron planteamientos acerca de que otras formas de enseñar y aprender fueran posibles. El modelo educativo estándar, esto es el extendido mayoritariamente y casi completamente unánime en todo el país, no varió prácticamente nada durante decenios.
Seguramente muchos de nosotros recordamos cómo se nos animaba a estudiar de memoria, y a retener cientos y miles de datos que luego vomitábamos en un examen para no volver a pensar en ellos nunca más. Las personas con mayor capacidad de memorización eran los mejores estudiantes.
Las citas motivadoras que se usaban para alentar a los alumnos estaban destinadas a lograr la competición entre ellos. Sin embargo, hoy en día podemos observar algunos avances al respecto: al menos las citas motivadoras han cambiado bastante el enfoque. La cooperación y el trabajo en equipo han ganado mucho terreno y se ha abierto paso a la inteligencia emocional.
Mucho más que educación en las aulas y en casa
Tenemos hijos y muchos padres tienden a descargar toda la responsabilidad de la educación en los maestros. Es cierto que ellos están para hacer aprender, pero la educación es algo que se debería enseñar en casa y poner en práctica después en la escuela.
Sin unas bases domésticas sólidas, no hay nada que los docentes puedan hacer por el comportamiento y saber estar de los niños. Sí, pueden corregir, pueden dirigir y pueden modificar algunas actitudes, pero no pueden obrar milagros ni ejercer de padres, porque no lo son.
Las familias son las auténticas encargadas de transmitir valores y educar en ellos. Su función no puede limitarse de ninguna manera a garantizar la protección física y la alimentación y necesidades básicas que sus hijos requieren. Los niños son en realidad seres vivos que necesitan que les ayuden a evolucionar. Y esta ayuda debe prestarse de forma constante a lo largo de sus diferentes etapas.
Entre las frases de felicidad suele decir que esta no es la meta, sino el camino, ¿cómo de acuerdo estás con esta afirmación? Las frases de felicidad pueden darte una orientación adecuada para afrontar el reto de la paternidad y las distintas fases de crecimiento que se vayan sucediendo.
Aprender de la experiencia y la sabiduría de los demás
La inteligencia emocional dice que las personas capaces de sustraer alguna enseñanza o conocimiento de las experiencias vividas no por sí mismos sino por los demás, son altamente lúcidas y astutas. Muchas veces, aunque hayamos visto con nuestros propios ojos el error de los demás, necesitamos cometerlo por nosotros mismos para aprender de él.
Es más, ¿te suena el refrán que dice que el hombre es el único animal tan necio que tropieza dos veces en la misma piedra? En multitud de ocasiones no nos es suficiente con experimentar el desacierto en nuestras propias carnes, sino que necesitamos hacerlo más de una vez para evitarlo.
Somos así, es nuestra naturaleza. Sin embargo, está demostrado que los hijos únicos tienen más dificultades didácticas que los niños que tienen hermanos, pues estos segundos aprovechan la oportunidad que supone el aprendizaje por observación y por interactuación.
Estas frases sobre hermanos seguramente te traerán bonitos recuerdos de la infancia a la mente. Nunca es tarde para decirle a tus hermanos lo que sientes por ellos, las frases sobre hermanos te ayudarán a poner palabras a aquello que a veces el corazón no es capaz de expresar.
Los niños y niñas de hoy son los adultos de mañana. Los adultos definen en esencia lo que una sociedad es, por tanto, la educación es la esperanza para la comunidad. No es algo que se deba tomar a la ligera ni minusvalorar. ¡Pongamos todos de nuestra parte para el futuro!