El periodista portuense Juan Cruz fue el encargado este jueves de abrir los principales actos de las Fiestas Lustrales en la noche en la que se procedió al encendido del alumbrado, uno de los actos más esperado por los vecinos de San Sebastián.
Y lo hizo con un pregón de marcado sabor gomero que estuvo a la altura de unas fiestas que están llamadas a ser inolvidables.
Palabras del Alcalde
El pórtico del Ayuntamiento sirvió de escenario para la lectura de un pregón protagonizado por uno de los escritores canarios más reputados y que, en palabras del alcalde de San Sebastián, Adasat Reyes, “responde a un hombre sencillo y especial”, recordando su biografía y sus hitos bibliográficos más reseñables y que pasan, indefectiblemente, por su vida periodística ligada a el diario El País.
Discurso ligado a los emigrantes
Reyes, durante su intervención, recordó algunos datos claves fijados en la historia de San Sebastián como la partida de Colón y lo unió con los emigrantes gomeros que tuvieron que salir de La Gomera en tiempos de carestía en viajes clandestinos, relacionando su intervención con un reciente artículo de Juan Cruz en el diario El País sobre el racismo y los emigrantes y manteros que tratan de buscarse la vida en nuestro país huyendo de la miseria en origen.
Juan Cruz recuerda al San Sebastián de hace 50 años
Por su parte, el pregonero tiró de memoria en su intervención para acercar al público al año 1968, primera ocasión que tuvo de conocer La Gomera cuando el paso de la antorcha olímpica por la isla, efeméride que celebrará en unos días 50 años.
Así, recordó cómo era aquella San Sebastián, lugar de patios y encuentros y de vida familiar donde se enamoró y donde su hija pasó su infancia y también su nieto.
La epopeya de Colón
Asimismo, recordó la epopeya de Colón y tuvo también momentos para recordar la significativa figura del sacerdote Ruiz de Padrón, quien fue testigo de las primeras Cortes de 1812.
Una vez entregado el reconocimiento al escritor, se procedió al encendido de las luces que anuncian la llegada de las fiestas, pero con la singularidad de hacerse mediante la décima y el silbido, elementos ambos íntimamente al gomero y que tanta importancia tuvieron también en los emigrantes isleños a quienes se homenajeó en esta ocasión.
El encendido y los fuegos fríos en la fachada del Ayuntamiento pusieron el broche de oro a una noche que traspasó las fronteras de la palabra para concluir con el homenaje a Chavela Vargas bajo el espectáculo ‘Chaveleando’.