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Gobierno de izquierdas

Francisco Pomares

Ángel Víctor Torres, candidato del PSOE sin oposición interna a la Presidencia del Gobierno regional, ha anunciado su intención de unir al partido en torno a la propuesta de un futuro Gobierno de izquierdas. Es una propuesta llamativa, de hecho es la primera vez que el PSOE canario plantea antes de unas elecciones regionales cuáles son sus preferencias, aunque también es cierto que esta es la primera vez que la formación del Gobierno no depende en exclusiva de la decisión que adopte Coalición Canaria. Hasta las pasadas elecciones regionales, pasar por un acuerdo con Coalición era la única forma viable de que el PSOE y el PP pudieran entrar a gobernar, sin ponerse de acuerdo entre ellos, algo que en 2015 tampoco era posible numéricamente.

Pero las opciones cambian, de hecho comenzaron a cambiar ya en 2015, con la incorporación de Podemos al Parlamento regional, y el aumento de representación de Nueva Canarias, producida por la aplicación de los topes regionales del seis por ciento a Ciudadanos, que quedó fuera del Parlamento, a unas décimas del seis por ciento establecido como límite en la reforma del Estatuto de 1996. En 2019, según todos los sondeos, Ciudadanos sí estará en el Parlamento de Canarias, y su posición será determinante para permitir que ocurran cambios de calado, por ejemplo, para articular mayorías distintas a una que pueda pasar por Coalición Canaria.

Algunos sondeos indican que el PSOE puede ser además de la fuerza política más votada en las elecciones regionales (ya lo fue en 2015) también la que logre más diputados. Y eso sin necesidad de que se aplique la reforma electoral, a la que aún le falta volver junto al resto del Estatuto por el Parlamento de Canarias. Por eso, y porque no está nada claro cuánto durará el Gobierno de Sánchez, y si le dará tiempo de aprobar el Estatuto (y el REF, y los convenios y los presupuestos), a los efectos de este concreto análisis, mejor pensar aún en un parlamento de sesenta diputados, en el que las fuerzas de izquierda y las que no son de izquierda quedarían prácticamente empatadas. Sánchez ya ha roto el tabú de gobernar con Podemos -lo hace incluso con el apoyo de los independentistas catalanes y de Bildu-, con lo que la cuestión de Podemos no debiera ser un problema para el PSOE. Aun así, es difícil que el PSOE más Podemos más Nueva Canarias logre superar, en el mejor de los casos, más de 27 a 28 diputados. Una cifra levemente mayor a lo que obtendrían Coalición y el PP, sin contar con el apoyo de los gomeros de Casimiro Curbelo, que podrían votar tanto un gobierno de nacionalistas con el PP, como uno de izquierdas vertebrado en torno al PSOE. La clave, en cualquier caso, la dará la decisión de Ciudadanos. Ciudadanos se ha posicionado siempre frente al nacionalismo y suele hablar de regeneración democrática (Coalición lleva 25 años en el machito), aunque a la hora de los hechos, Ciudadanos ha preferido ser continuista con gobiernos como el del PP en Madrid o -hasta el último rifirrafe por los aforamientos- el de Susana Díaz en Andalucía.

Lo más probable es que en Canarias Ciudadanos opte por no apoyar ninguna de las dos opciones, ni el pacto nacionalistas-derecha, ni el pacto de izquierdas y se abstenga. En ese caso, la elección del presidente -y del Gobierno- probablemente dependa de los votos de Casimiro Curbelo. Tanto si ocurre así como si no -aún queda tiempo para las regionales- lo cierto es que la opción de un Gobierno de izquierdas en Canarias es viable por primera vez. Ojo: también lo es la de un Gobierno entre el PSOE y Coalición Canaria, presidido por el PSOE. Por eso es por lo que resulta llamativo que Torres se haya pronunciado con tanta rotundidad.

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