Desde la Fesp-UGT «advertimos la falta de transparencia y de una propuesta laboral acorde a la realidad del sector de ambulancias y de unas tablas salariales actualizadas. Lejos quedan atrás las promesas allá por el mes de marzo de lo que ha resultado ser un gobierno deficiente en materia sanitaria, donde el interés por lo privado a bajo coste es parte de su seña de identidad».
Unas promesas que decían –señala el Sindicato en un comunicado de prensa– llevarían a sus trabajadores a unas mejores condiciones y a actualizar sus salarios, congelados desde el 2013 (equivalente al 2016 por negociación II Convenio del sector).
Esta semana el comité de huelga formado por los sindicatos mayoritarios del sector, CCOO y USO, junto a las Patronales, han firmado de la mano del director del Servicio Canario de Salud, Conrado Domínguez el III Convenio Colectivo del sector. Como no podía ser de otra manera, ya no solo no mejoran el convenio, sino que empeora, como adelantábamos, a su antecesor, ya que se han modificado dos de los artículos, haciéndolos más dañinos para el trabajador como son: cambios de turnos y vacaciones.
Un texto a medida de los empresarios
El nuevo texto normativo empeora la conciliación familiar y tan solo beneficia a la Patronal mayoritaria ARCEA, siendo la que propone dicha redacción durante la negociación. Para FeSP UGT este acuerdo es una puñalada a todas las plantillas que han movilizado y llevado a un conflicto artificial, dado que la intención de USO y CCOO era desde el principio firmar un Convenio a medida de los empresarios.
Desde la Fesp-UGT vemos con estupefacción como estos sindicatos se dan golpes en el pecho atribuyéndose cuestiones que se dejan reflejadas en la nueva Ley de Contratos, como la obligación de cumplir el Convenio Colectivo en vigor, estabilidad laboral o subrogación, o incluso que la huelga de despachos que han realizado ha aumentado los recursos de unidades y, por consiguiente, de personal. Sin embargo, lo cierto es que ese aumento depende directamente del número de población y de la demanda de la misma, por la reposición de las Unidades recortadas desde 2011 y no del trabajo realizado por CCOO y USO.
La FeSP UGT lamenta profundamente que para estos sindicatos sea más importante lo que VENDEN que lo que HACEN. Esto se ve en la temeridad con la que actúa CCOO, que cuando es necesario la lucha se repliega para beneficiar a las patronales. Y cuando es preciso negociar, insta a los trabajadores a denunciar, como ocurrió cuando el GSC planteó recortes y en lugar de abrir una negociación para evitar despidos, recomendó a los trabajadores denunciar, logrando que fueran despedidos y no volvieran a trabajar. En este caso los sindicatos mayoritarios hicieron dejación de funciones, abandonando a estos empleados a su suerte.
«Tampoco entendemos las varias caras de la USO, ya que cuenta con mayoría y solo se presenta un miembro de su sindicato a la firma del Convenio, dejando entrever la división interna que padecen y que sufrirán los trabajadores». Es por este motivo por el que se desarrollaron asambleas informativas opacas para votar por el Convenio pactado. Muchos de sus delegados han comunicado abiertamente no estar de acuerdo con el texto pactado, aunque finalmente lo firmaron. Lamentablemente, se trata de un claro síntoma de que ese sindicato carece de voz propia y es controlado por CCOO y las patronales».
Las reivindicaciones salariales quedan solo en el 0,5%
La intervención de la Administración solo sirvió para agradecerse mutuamente y reconocer que para que el negocio sea fructífero es necesario que el que PAGA esté contento. Los trabajadores no verán reflejada la actualización prometida por el consejero Baltar que, si en marzo rondaba el 4%, se ha quedado ahora en un mísero 0,5% para una adjudicación millonaria e histórica. Muy lejos de lo que percibieron el resto de empleados públicos, que fue del 1,7%.
Las Patronales, por su parte, firman un convenio que nunca han Cumplido. Y en especial referencia a ARCEA, que explica en los medios de comunicación como querían retirar la antigüedad por ser un concepto que crea desigualdad por el principio de «igual trabajo, igual salario» cuando su empresa mayoritaria Aeromédica Canaria despide trabajadores con antigüedad y contrata personal en prácticas a un 75%. Vergüenza tendría que darle tan siquiera nombrar un apartado que no tiene porqué prestarse a negociación, como sucede con el resto de conceptos de la nómina, que ya viene tasado y estipulado por la Administración para abonarlo en la licitación.
Y lo más importante es el malestar que ha dejado a los trabajadores del sector, donde una vez más estos representantes sindicales vuelven a dejarlos VENDIDOS en un sector que gracias a ellos no tiene expectativas de verse reconocidos como personal sanitario TES, como en otras CCAA o de lograr una condiciones laborales dignas y acorde al servicio que prestan.