Las finanzas personales y cómo el crédito afecta al presupuesto es un tema muy controversial para los ciudadanos. Muchos porque estiman que saben lo suficiente como para no caer en problemas financieros al jugar con el dinero; otros porque aseguran no saber nada sobre el tema y no les gusta involucrarse con deuda.
Como dos hermanos que no se llevan bien
La verdad es que el crédito y el dinero son como dos hermanos que no se llevan bien, pero que deben permanecer unidos.
Las personas y la economía nunca se han llevado muy bien del todo. De hecho, lo único que se entiende de manera general de cómo se maneja el dinero, es que va y viene. Pero hay mucho más. Las finanzas personales no solo tienen que ver con ahorrar o separar gastos y pagar cuentas.
Tiene que ver con cómo se desarrolla la vida productiva para crear la mayor cantidad de riqueza y con la menor deuda posible. Esto significa, hacer que el trabajo otorgue dinero para poder vivir cómodamente, sin tener que pagar todo lo obtenido en deudas. Pero es un poco difícil lograr esta tarea, ya que el crédito genera adicción. Siendo un atajo para obtener los lujos que se desean es normal que existan muchas personas dispuestas a endeudarse por años con tal de lograr comodidades.
La dependencia de un pago
Crédito hipotecario, crédito de automóvil, para móviles, para la salud. Hay muchísimos tipos de préstamos para que cualquier persona los solicite. Existen, para otorgar de inmediato la satisfacción de una necesidad, pero al mismo tiempo, para hacer a la persona dependiente de un pago constante por una cantidad de años que se pagará no con dinero, sino con el tiempo invertido para generar ese dinero.
Por ejemplo, si alguien quisiera comprar una casa, pero no tiene dinero, debe solicitar un crédito hipotecario a un banco. Este le podrá aprobar hasta un 90% del monto total del inmueble. Suponiendo que la vivienda cueste $100.000 el préstamo será de $90.000, el dinero restante deberá ser colocado por la persona que solicita el préstamo.
Ahora, una vez el crédito haya sido aprobado y el interesado haya comprado la propiedad, esta pasará a manos del banco en forma de garantía hasta que el prestatario pague la totalidad del préstamo estipulado en el contrato. Mayormente se tiene un plazo de hasta 30 años para pagar y los intereses anuales son de 2 a 12%.
En caso de que los términos sean incumplidos de alguna forma el banco puede ejecutar la garantía y desalojar a la persona de la vivienda hipotecada para recuperar su dinero.
Como se puede notar, no solo se pasan años de trabajo con el crédito para pagar la deuda contraída, sino que también las condiciones están diseñadas para que al menor de los errores el prestatario caiga víctima de los términos de un contrato que busca extraer hasta la más mínima gota de beneficios.
En el mundo actual, el crédito forma parte intrínseca de lo que representa la coyuntura económica; pero esto debe cambiar, ya que cualquier individuo, empresa o país que se desarrolle en base a la deuda en realidad está en bancarrota, no posee ningún beneficio o utilidad, sino que todo el dinero va a pagar cuentas.
Si las personas desean endeudarse, que sea bajo un riesgo controlado y deudas que se puedan pagar en un plazo muy corto para evitar el surgimiento de altos intereses.