En una ocasión, en mi primer año universitario y en el trascurso de un proyecto sobre la ideología del pueblo canario, tuve la oportunidad de hablar con un profesor de psicología para preguntarle por aquellas cosas que más inquietaban a la gente de nuestras islas. La primera de las premisas que aquel profesional me trasmitió era clara: “debes tener en cuenta en primer lugar que el pueblo canario es eminentemente religioso”.
Aquella frase me resultó tremendamente familiar, aunque chocaba con la visión de una mujer de 18 años con inquietudes de izquierdas y que nada tenía que ver con la religión católica y sus múltiples manifestaciones.
Pero en ese instante comprendí que mi visión (y probablemente la de mucha gente canaria) sobre la religión católica era el fruto de la educación que había recibido de mi madre sobre la religión, fundamentada en las imágenes marianas: la Virgen de Candelaria de Chipude, la Virgen de Guadalupe (tanto la gomera como la mexicana), la Virgen del Carmen… Comprendí por fin por qué sin creer demasiado en que los destinos humanos dependen de Dios o de la Virgen María, suelo encomendarme a estas figuras ante un problema o una alegría.
Estamos viviendo en la isla de La Gomera un momento muy religioso, muy mariano y muy popular y que es vivido con intensidad allá por donde la imagen de la patrona pasa, así que voy a aprovechar este momento para que la mujer mariana y la mujer de izquierdas que hay en mí se encuentren. Para ello quiero exponer mis ruegos y a la Virgen de Guadalupe le voy a pedir:
– Trabajo de calidad, de larga duración y que haga a las personas de La Gomera independientes y autosuficientes sin tener que esperar a que sea todo en año preelectoral, porque preferimos esperar solamente por la fecha de su celebración como patrona.
– Una casa digna a un precio digno para cada familia gomera en la que poder colgar el calendario con la imagen de la Guadalupe mientras se prepara un potaje con papas gomeras y no inglesas.
– Que el precio de la gasolina esté igual al de Tenerife, porque de esta manera es imposible poder ir a acompañarla por toda la isla…
– Que los actos que se organizan en su honor sean para toda la gente de La Gomera, que a su paso deje todo tipo de cultura y algo de crecimiento económico y no sólo banderines que se los come el viento y pencas de palma en las señales de tráfico.
– Que no permita que la carguen sin amor a Ella, que no critiquen a aquellas personas que no quieren participar en manifestaciones católicas, porque para mí es más responsable y respetuoso no aprovechar la coyuntura para salir en la foto y quedarse en casa que usarla como reclamo político.
– Una isla que sea igual para quien viva en Valle Gran Rey, en Tazo o en Tecina. Igual en educación, en sanidad y en oportunidades de crecimiento personal y profesional, igual que a todas las personas gomeras se les garantiza cada 5 años que puedan ejercer su devoción hacia Ella.
– Finalmente, le voy a pedir que proteja al pueblo gomero dándole valor, autoestima y coraje para sus fieles, para que no tengan miedo de lo que dicen, de lo que critican y de lo que votan.
Seguro que con esto último todo lo anterior viene rodado y no le damos tanto trabajo a la Virgen de Guadalupe.
Felices Lustrales.