La época de Julen Lopetegui y Fernando Hierro al frente de la Selección Española de fútbol llegaron a su fin de una manera claramente insatisfactoria por uno u otro motivo. Luis Enrique llegó con savia nueva para ponerse al frente de una de los combinados nacionales con más ambición del planeta, después de un Mundial donde el equipo decepcionó en gran medida tras la pronta eliminación por parte de la anfitriona Rusia, en un duelo que marcó el fin del tiki-taka para este conjunto.
Así como en el Barcelona todo llegó a su fin después de la salida del “Tata” Martino y era momento de que se alzara una nueva filosofía, ocurría lo mismo en España tan solo tres años después, con el asturiano siendo el elegido para ser la primera cara de la renovación de una ideología ya muy afectada y que se ve alejada de la realidad al ser su principal intérprete, Pep Guardiola, un técnico que no se ve cerca de dicha selección ni de los jugadores.
Volviendo al asturiano, es obvio que de la mano del nuevo técnico de España también trajo consigo no solo una reforma en el estilo de juego, sino que además incluía un relevo generacional que debía plantar cara a los mismos retos de hace unos años, pero con una calidad inferior demostrada hasta el momento, en comparación con los ya asombrosos Pique-Puyol en la línea de zagueros, así como un Iniesta, Xavi y Silva en la línea de volantes.
No es de extrañar que un nuevo grupo de jugadores se encuentre en dimensiones inferiores a las demostradas por una escuadra que lo ganó todo en su momento, por lo que las críticas recibidas por el cuerpo técnico y la mayoría de los aficionados yace sin fundamento alguno, pues varios solo están empezando a brillar en sus respectivos clubs desde hace muy poco tiempo. De ahí salen señalados Nacho, Jonny, Alonso, Saúl, Rodri, Odriozola, Asensio o Rodrigo entre muchísimos otros exponentes, los cuales apenas están comenzando a abrirse paso dentro del futuro de la Roja.
Sistema táctico
Luis Enrique ha aportado algunos cambios profundo al sistema táctico, su 4-3-3 ha permitido a la Roja mostrar mayor dominio sobre el rival, y mantener un ritmo de juego dinámico con un umbral de presión mayor comparado con el 4-3-2-1 de Lopetegui. Esta combinación entre dominio y profundidad es la clave principal del nuevo rostro de Espaňa, que ha permitido a la Roja obtener estadísticas impresionantes en la primera fase de la Liga de las Naciones.
No todos los días se puede ver a un equipo goleando a la selección que posee el estatus de subcampeona del mundo, así como destruir en Wembley a otro equipo del Top 4 de selecciones como la increíble Inglaterra de Southgate. Todo parece indicar que, aunque haya errores bien materializados, problemas defensivos, deficiencia en la portería, etc, el equipo va bien encaminado a enfrentar los retos difíciles del futuro, ya sean eliminatorias para la Euro, o también una muy lejana Copa del Mundo.
En conclusión, así como hay mucho que reclamar al conjunto de Luis Enrique por poseer jugadores como Sergio Ramos y David De Gea en una dudosa forma y otros señalados por los problemas defensivos, también se debe aceptar que existe un nuevo grupo de futbolistas que tienen aspiraciones y mucha ambición de conseguir lo que para toda España fue el apogeo de 2008, 2010 y 2012. La renovación de “La Roja” ha llegado, veremos los resultados que se obtendrán en el futuro con esta nueva escuadra.