Hay quienes prefieren construir una vivienda propia, moldeada según su ideal. Sin embargo, salvo contadas excepciones, adquirir una vivienda de segunda mano suele ser un acierto para la mayoría de clientes. No solo por el bolsillo, sino por la inversión que supone a largo plazo. Por todo esto y más, es habitual ver que los españoles suelen optar por la compraventa de una vivienda usada. Te contamos aquí algunos de los motivos.
Abaratamiento en los costes
No solo se ahorra en el proceso de la compraventa en sí; sino que el ahorro también se extiende a los impuestos. En este sentido, el ITP que grava los pisos usados (entre un 4% y un 10%) rebaja notablemente al IVA para obra nueva en la mayoría de comunidades autónomas. Además, el interesado cuenta con promociones en las viviendas usadas gracias a webs inmobiliarias como la del servicer Haya Real Estate, donde encontramos pisos de segunda mano mediante un sencillo buscador por criterios: precio, dimensiones, localización, número de habitaciones, etc. De esta manera, el futuro comprador podrá acceder a las principales características y material visual de ofertas distribuidas por el territorio donde desee adquirir el activo.
Una de las campañas es “Winter days” donde los clientes pueden elegir entre una selección de más de 8.500 casas con hasta un 40% de descuento, donde encontramos viviendas usadas muy atractivas para el consumidor más exigente. Por ejemplo, en el portal online hallamos un piso en la localidad de Blanes (Gerona), de tres habitaciones, dos baños y 88,20 metros cuadrados por 88.000 euros (ha sufrido una bajada del 28% con respecto a su precio original). Ref. 168783. Otra oportunidad la encontramos en Cobeja (Toledo) con un piso por 40.904 euros (antes su precio era de 77.808) con tres habitaciones y 106,45 metros cuadrados. Ref. 5949205.
En ocasiones, es necesario reformar la vivienda, pero los expertos reconocen que incluso así puede resultar más rentable la compraventa de una vivienda de segunda mano.
La ubicación
La obra nueva suele estar ubicada en la periferia y tenemos pocas opciones de elección. Por el contrario, las casas de segunda mano suelen ser céntricas y en zonas que disponen de muchos servicios. Así, si el cliente tiene claro en qué barrio quiere vivir, posiblemente sea más fácil acceder a la compraventa de una vivienda usada. En todo caso, hay que tener en cuenta que la elección de la zona condiciona casi por completo nuestra calidad de vida.
La rentabilidad a largo plazo
Si a largo plazo tienes pensado mudarte o cambiar de barrio, no tienes por qué temer: la rentabilidad vía alquiler otorga unos beneficios que cada vez van más en aumento. Debido a la subida del alquiler, sobre todo en comunidades como Madrid o Barcelona, muchos prefieren comprar su propia vivienda y sacar partido a medio y largo plazo. Sin embargo, hay que ser prudente con el hecho de comprar solo para alquilar, estudiando siempre el posible retorno que se podría obtener con el alquiler en cada zona.