El servicio diplomático europeo que dirige la Alta Representante Federica Mogherini ha iniciado ya consultas con los estados miembros y países socios de cara a reaccionar a la autoproclamación del presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, como presidente encargado del país.
«Estamos siguiendo muy de cerca los acontecimientos en Venezuela y estamos en contacto en los Estados miembro y socios», ha explicado a Europa Press un portavoz de la Unión Europea, sin concretar los contactos que ha iniciado el servicio diplomático europeo.
Tampoco ha querido avanzar si la jefa de la diplomacia europea se plantea convocar una reunión extraordinaria de ministros de Exteriores del bloque, que se reunirá de manera informal el 31 de enero y el 1 de febrero en la capital rumana, Bucarest, cuyo Gobierno ostenta la Presidencia semestral del Consejo de la Unión el primer semestre del año.
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha evitado este miércoles valorar la autoproclamación del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, como presidente encargado del país, y ha apostado por la «unidad de acción» de la Unión Europea.
Borrell ha reclamado para ello un debate «rápido» de los jefes de la diplomacia europea porque «no se puede tomar decisiones en caliente, sin estar bien informado». «No vamos a hacer seguidismo de nadie», ha añadido durante un coloquio en la Casa de América, junto a su colega portugués.
«Estamos trabajando para tomar una decisión juntos con la rapidez necesaria», ha dicho posteriormente en su cuenta de Twitter, insistiendo en la necesidad de «preservar la unidad de acción» en el seno del bloque «ante la crisis institucional en Venezuela».
El ministro portugués, Augusto Santos Silva, también se ha mostrado partidario de esa «unidad de acción», aunque ha dejado claro que se necesita tener más información y que para su Gobierno «no es bastante que Estados Unidos lo reconozca para que deba ser reconocido».
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha reconocido ya a Guaidó, así como los gobiernos de Argentina, Chile, Paraguay, Colombia, Perú, Canadá, Brasil y Guatemala.
Hasta ahora, la UE no ha querido entrar en la cuestión del reconocimiento o no del presidente, Nicolás Maduro, alegando que «no reconoce Gobiernos sino Estados» aunque boicoteó la toma de posesión del mandatario de su segundo mandato presidencial –ningún país ni la UE enviaron representación– para dejar claro que «no tiene legitimidad» tras imponerse en elecciones el pasado mes de mayo que para el bloque «no fueron justas ni creíbles», según fuentes diplomáticas.
La UE está trabajando en la puesta en marcha de un grupo de contacto internacional con países de la UE y la región –que puedan influir en el régimen y la oposición– para explorar las condiciones para relanzar un proceso político, que permita resolver la crisis venezolana a través de una solución democrática, es decir, mediante nuevas elecciones «democráticas».