Tres periodistas de Efe, dos colombianos y un español, han sido detenidos este miércoles en Caracas. Los tres forman parte de un equipo que viajó desde Bogotá para cubrir la situación política que vive el país con un Nicolás Maduro arrinconado por las presiones internacionales y de la calle y un Juan Guaidó juramentado como presidente interino. Según periodistas de la agencia en Caracas, miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) arrestaron al español Gonzalo Domínguez Loeda y a la colombiana Maurén Barriga Vargas y dijeron que el colombiano Leonardo Muñoz había sido detenido horas antes por la Dirección de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
Los agentes de la Sebin arrestaron a Domínguez y a Barriga en la oficina de la agencia y les pidieron que los acompañaran al hotel donde se alojan en la capital venezolana para, según dijeron, recoger sus pertenencias. La directora de Efe en Caracas, Nélida Fernández, les siguió junto con un abogado a Domínguez y Barriga para tratar de aclarar la situación ante las autoridades venezolanas y obtener su liberación lo antes posible.
El equipo de Efe viajó el pasado 17 de enero a Caracas para ayudar en la cobertura de la crisis venezolana y al llegar al aeropuerto de Maiquetía se identificaron como periodistas, tras lo cual las autoridades de inteligencia, migración y aduanas les permitieron el ingreso sin restricciones tras someterlos a varios filtros de seguridad durante casi tres horas.
Sin embargo, esta mañana, cuando el fotógrafo Muñoz se dirigía a cubrir las manifestaciones contra el régimen de Nicolás Maduro en el barrio caraqueño de Petare, se perdió contacto con él y con el conductor que lo acompañaba, José Salas, de nacionalidad venezolana. Por esa razón, el Gobierno de Colombia pidió este miércoles la «liberación inmediata» de Leonardo Muñoz, a quien hasta hace poco se daba como desaparecido.
También Rodrigo Pérez y Gonzalo Barahona, reporteros de TVN, la televisión nacional de Chile, permanecieron retenidos en paradero desconocido durante un día tras ser detenidos este martes por las noches en las inmediaciones del Palacio de Miraflores en Caracas. Este miércoles las autoridades tenían previsto deportar a ambos periodistas.
Intervención de la Cancillería chilena
La liberación de los periodistas requirió la intervención de la Cancillería chilena. “Exigimos la inmediata liberación de periodistas de TVN detenidos en Venezuela. Nuestra cancillería está realizando todas las gestiones necesarias. La libertad de prensa es otra de las víctimas en Venezuela. La solución pacífica son elecciones libres y democráticas, ahora”, escribió en un tuit el presidente, Sebastián Piñera.
En el mismo sitio, en la cobertura de una vigilia convocada por los seguidores de Maduro, fueron detenidos dos periodistas franceses del equipo del programa Quotidien, conducido por Yann Barthes y transmitido por el canal TF1, y su productor en el país, Rolando Rodríguez. Anoche, responsables diplomáticos mantenían en reserva la identidad de los periodistas franceses arrestados y que aún no habían sido liberados.
Junto a los profesionales chilenos, la policía también se llevó a los reporteros venezolanos Maikel Yriarte y Ana Rodríguez, de las televisiones digitales TVV Noticias y VPI, quienes fueron puestos en libertad en la mañana del martes.
El Sindicato Nacional de Prensa aseguró que los profesionales, incomunicados por varias horas y expuestos a agresiones verbales, fueron obligados a firmar un acta en la que debían dar cuenta del buen trato recibido, aunque no fue así.
En la última semana de agudización del conflicto venezolano han sido agredidos 26 periodistas y ocho equipos de reporteros han sido víctimas de robos. La censura también ha arreciado contra la radio. Siete programas informativos han dejado de emitirse bien por órdenes de Conatel, el órgano de control de las telecomunicaciones en el país, que ha prohibido hacer referencias a la presidencia interina de Juan Guaidó, o porque los periodistas se han negado a acatar una censura que también veta la información sobre las protestas y manifestaciones que se han sucedido desde el pasado 23 de enero.
Justo cuando decenas de corresponsales extranjeros han llegado a Venezuela para seguir los acontecimientos, la televisión abierta y las emisoras de radio nacionales han hecho una cobertura tímida de los hechos por las presiones del régimen chavista.