La semana pasada varios medios de Canarias informaron de la existencia de una plaga de una termina originaria de Estados Unidos (Reticulitermes flavipes) que afecta a viviendas y fincas de más de cien vecinos de Tacoronte. Para los expertos consultados, se trata de la “peor especie invasora” y “lo más importante es actuar con rapidez”.
Los ecosocialistas gomeros recuerdan además que Sí se puede presentó en Tacoronte una moción reclamando medidas urgentes de actuación para evitar que las consecuencias fueran irreversibles. El resultado inicial ha sido el compromiso del alcalde del municipio del norte de Tenerife de dedicar 200.000 euros a los principales afectados y una previsión de que paralizar el daño provocado por la termita costará 10 millones de euros que se financiarán mediante convenios entre ayuntamiento, cabildo y gobierno autonómico.
«Esta especie invasora representa una grave amenaza para el medio ambiente, el patrimonio arquitectónico, la agricultura y la economía de los lugares en los que se introduce, especialmente en las islas oceánicas, provocando graves problemas para la biota nativa y los procesos ecológicos esenciales», señala Guzmán Correa, portavoz de Sí se puede La Gomera.
Sí se puede La Gomera considera que, dadas las circunstancias y sin alarmismos, es imprescindible desarrollar medidas de prevención que eviten un contagio de esta plaga en la isla. Por eso los ecosocialistas gomeros solicitarán en el próximo pleno del Cabildo gomero que se pida a la Autoridad Portuaria de Tenerife una vigilancia especial en las salidas del puerto de Los Cristianos a la isla de La Gomera. “Creemos que si se trabaja de forma coordinada y esforzada podemos evitar que la plaga se extienda a otras islas como la nuestra, con el mayor flujo comercial, de materias primas y mercancías de una isla no capitalina con Tenerife”, apunta Correa.
La formación progresista también solicitará al área de Agricultura del Cabildo de La Gomera que se adopten medidas concretas para evitar que la plaga entre asociada a cultivos leñosos.
El portavoz recuerda también la situación de otras especies invasoras que están afectando a diversos hábitats de la isla como el picudín (Diocalandra frumentii), que pone en riesgo los palmerales de la Isla, el rabo de gato, la polilla guatemalteca de la papa o el ganado asilvestrado, para los cuales la acción institucional se ha demostrado ineficaz y que requieren de muchas inversiones de dinero público una vez se instalan y se expanden. «Esperamos que no vuelva a ocurrir como en ocasiones anteriores con otras plagas o especies que se han introducido y están descontroladas por la isla. Necesitamos una inversión y planificación en esta lucha de la prevención a largo plazo», concluye Correa.