Diversos estudios arqueológicos, genéticos y lingüísticos lo habían avanzado, pero ahora un estudio con ADN antiguo de todas las islas lo confirma: los primeros pobladores de Canarias fueron los bereberes del norte de África, una población de la que todavía hoy el genoma de los canarios conserva rastro.
Desde hace décadas, la población originaria del archipiélago canario ha sido estudiada por varias disciplinas pero, a día de hoy, todavía se desconoce cómo llegaron los primeros pobladores a las islas o cómo se produjo esa colonización.
Para averiguarlo, un equipo de científicos liderado por la genetista de las Universidades de Stanford (EEUU) y La Laguna (Tenerife) Rosa Fregel ha analizado el genoma mitocondrial (heredado de la madre) de 48 individuos de 25 yacimientos arqueológicos de las siete islas principales que abarcan desde el año 300 hasta el 1.800, es decir, 1.500 de evolución histórica y genética canaria.
El estudio, cuyos resultados se publican este miércoles en Plos One y ya se había avanzado en diciembre en prepublicación, recoge varias conclusiones: la primera de ellas, que el poblamiento del archipiélago lo protagonizaron los bereberes del norte de África.
Según los resultados del estudio, el genoma de esos primeros pobladores era de origen norteafricano, mediterráneo y africanos subsaharianos, «lo que demuestra que en el momento en que ocuparon Canarias, la población bereber ya era una mezcla de pueblos de gran diversidad», explica Fregel en declaraciones a Efe.
Además, los investigadores encontraron distinta composición genética (linajes) en las islas, en función de la distancia con el continente africano, «lo que sugiere que los bereberes realizaron, al menos, dos oleadas migratorias hacia las islas», detalla.
Esa ocupación heterogénea es la razón de ser de otro de los hallazgos del estudio, «la población aborigen de Canarias era tan variada como sus islas, que tuvieron diferentes historias evolutivas», destaca la investigadora canaria.
El estudio también ha descubierto cuatro linajes autóctonos de Canarias -que se suman al U6b1, hallado en la década de 1990-, cuya proporción varía según la isla.
«Gracias al estudio sabemos muchos detalles interesantes como, por ejemplo, que Tenerife o Gran Canaria probablemente tenían poblaciones grandes capaces de tener diversidad genética, mientras que otras como El Hierro o La Gomera, o bien tuvieron problemas para adaptarse y perdieron muchos linajes, o bien, tenían poblaciones pequeñas», explica la bióloga.
Aunque se ha determinado que el genoma de los canarios conserva en torno a un 17 por ciento de ascendencia aborigen, la proporción de ADN aborigen sube al 50 % cuando se calcula por vía materna pero desciende hasta el 8% si se analizan los linajes paternos (cromosoma y), una asimetría sexual que está causada por la colonización europea, ya que «en la guerra contra los europeos sobre todo perdieron la vida los varones», puntualiza Fregel.