El sondeo de GAD3 para La Vanguardia confirma al PSOE como primera fuerza en las elecciones del próximo 28 de abril, con un porcentaje de voto por encima del 31% y una horquilla de escaños que se acercaría a los 140. Eso sí, sobre una encuesta realizada entre el 9 y el 11 de abril, y a dos semanas de los comicios, un 26% del electorado confiesa que aún podría cambiar el signo de su voto, lo que confiere un alto grado de incertidumbre a cualquier pronóstico.
La segunda posición, aunque a una enorme distancia, la ocuparía el PP, con algo más del 20% del sufragio y entre 79 y 84 escaños (dos más con Navarra Suma). Sin embargo, lo relevante de cualquier vaticinio para las próximas elecciones generales se centra en la correlación entre izquierda y derecha. Y ahí, aunque el precedente andaluz induce a extremar la prudencia, la suma del centro y la derecha en su horquilla más alta aún quedaría lejos de la mayoría absoluta del Congreso, que se cifra en 176 escaños.
Concretamente, los 86 diputados del PP y Navarra Suma, los 46 de Ciudadanos y los 29 de Vox supondrían un total de 161 parlamentarios, a 15 de la mayoría de la Cámara. Ciertamente, las tres fuerzas de centro o derecha sumarían más votos (casi el 47%) que el PSOE y Podemos (e incluso algo más que los propios populares y Cs en el 2016, cuando reunieron 169 escaños). Sin embargo, su división les pasaría una costosa factura, hasta el punto de que las tres fuerzas podrían cosechar el 28-A un total de sólo 151 escaños.
Ciudadanos, que llegó a acariciar una estimación de voto superior al 27% hace apenas un año, obtendría ahora poco más del 14% de los sufragios y un máximo de 46 diputados. En cambio, un partido salido prácticamente de la nada como Vox aspira a más del 11% de los votos y a casi 30 diputados.
PSOE y Cs reunirían entre 181 y 185 escaños, y socialistas y Podemos, entre 165 y 170
Por su parte, la izquierda tiene más opciones de gobernar, ya que podría sumar 170 escaños, con un cómputo total del 43% de los votos. Sin embargo, Podemos cosecharía la mitad del capital electoral que obtuvo en el 2016 (caería del 21% al 11%) y menos de la mitad de los diputados (de 71 a 30). En la banda alta de la horquilla, la izquierda podría sumar mayoría absoluta con el PNV, aunque en la banda baja sólo obtendría 165 escaños.
El PSC ganaría en Catalunya, seguido de cerca por ERC
Los resultados en Catalunya consagrarían la hegemonía de ERC en el universo nacionalista, ya que la lista de Junqueras pasaría de los nueve escaños del 2016 a 15 ahora, mientras que JxCat obtendría la mitad de los ocho diputados que consiguió CDC en las anteriores legislativas. La primera fuerza, no obstante, sería el PSC, con una cuota electoral del 29% y hasta 18 escaños.
Paralelamente, el escenario catalán daría entrada a Vox con dos escaños por Barcelona, mientras que el PP sufriría un sensible desplome, pues caería de seis a dos o tres escaños. A su vez, Cs podría mantener su cómputo actual (en torno a cinco parlamentarios), ya que su avance en cuota electoral sería mínimo (apenas medio punto).
Estas expectativas se complementan con un avance espectacular de las preferencias sobre Sánchez como presidente del Gobierno, que han pasado de un 26%, en febrero pasado, a casi un 36%, ahora. Por último, y con relación a los futuros pactos de gobierno, el que contaría con más apoyo sería un acuerdo entre PSOE y Podemos (22%), seguido de un pacto entre PP y Cs o entre ambos y Vox (con el 16%, respectivamente). El acuerdo con los nacionalistas es el que menos respaldo suscita (apenas un 9%, aunque llega al 23% en Catalunya), mientras que un 14% apostaría por el único pacto al que el sondeo otorga una mayoría clara en la Cámara: un acuerdo entre PSOE y Cs, que reuniría más de 180 escaños.
Las profundidades del sondeo revelan que sólo el PSOE mantiene una tasa elevada de fidelidad del voto, mientras que PP, Cs o Podemos únicamente lograrían retener a la mitad de sus votantes del 2016. Y en su caso, los populares cederían a Vox un 20% de sus electores en los anteriores comicios, y Ciudadanos, más del 15%. Por su parte, Podemos transferiría al PSOE uno de cada cuatro votantes de hace tres años, y Cs un 8%.
Paralelamente, las expectativas de victoria se inclinan abrumadoramente a favor del PSOE, ya que más del 54% de los consultados (y el 62% en Catalunya) dan por hecho que las elecciones las ganará el socialista Sánchez. Y al mismo tiempo, la disposición a acudir a las urnas es alta (de un 80%) en quienes votaron a la izquierda en el 2016, y algo menos en aquellos que lo hicieron al centro o a la derecha (salvo el 100% en el caso de Vox).
Claro que la volatilidad también es alta porque entre un 25% y un 30% de quienes votaron a los cuatro principales partidos en el 2016 confiesan que aún podrían cambiar el signo de su voto hasta el día 28. Y, paralelamente, el interés ciudadano en la precampaña ha sido bajo: no pasaba del 41%
Finalmente, la encuesta indaga en las preferencias de los electores sobre los futuros pactos de gobierno. El que tiene más apoyo sería un acuerdo entre PSOE y Podemos (22%), seguido de un pacto entre PP y Cs o entre ambos y Vox (con el 16%, respectivamente). Un acuerdo que incluyera a los nacionalistas es el que menos respaldo suscita (apenas un 9%, aunque llega al 23% en Catalunya), mientras que sólo un 14% apostaría por el único pacto al que el sondeo le da una mayoría clara en la Cámara: un acuerdo entre PSOE y Cs, que reuniría más de 180 escaños en el Congreso.