Pablo Casado ha restado importancia este domingo a las encuestas que, a una semana de las elecciones, dan al PP el peor resultado desde que el partido se llama así. «Quiero que estéis contentos; esto va bien. ¡Vamos a ganar! Estamos en plena remontada y os pido un empujón final», ha declarado en un mitin en Toledo.
Ninguno de los sondeos publicados hasta la fecha da como ganador al PP. La encuesta publicada este domingo por EL PAÍS sitúa a los populares en 75 escaños -ahora tienen 137- y el bloque de la derecha se quedaría muy lejos de los 175 de la mayoría absoluta. «Con un 40% de indecisos es imposible hacer encuestas», insiste el candidato popular, que recuerda que en 2016 los sondeos hablaban de un sorpasso de Ciudadanos que luego nunca se produjo.
Según informa el periódico El País, Casado confía en la capilaridad del PP, presente en todos los municipios y en lo que le transmiten sus candidatos a alcaldes y presidentes autonómicos. «Hemos dado con el tono», insisten fuentes populares. «Otras campañas son de desborde, las del PP son de destilación: los indecisos van cayendo gota a gota», señalan. El líder popular, sin embargo, así como todos sus teloneros allá donde les llevan los mítines, insisten cada día en llamar a los asistentes a convencer a «cada amigo, familiar y vecino, puerta a puerta, casa a casa» y a concentrar el voto de la derecha en sus siglas. Les preocupa especialmente la pérdida de la mayoría absoluta en el Senado, donde el PP se atrincheró con su mayoría para hacer oposición a Sánchez la pasada legislatura.
El líder del PP ha presentado en Toledo un decálogo en materia de Sanidad, que incluye un calendario común de vacunas para toda España, apoyo económico a diabéticos y celiacos y el compromiso de reducir a menos de un mes las listas de espera para realizar pruebas médicas o para obtener respuesta a la solicitud de una ayuda para la dependencia.
«El debate no es la Super Bowl»
Durante el mitin, tanto Casado como el presidente del PP en Castilla-La Mancha, Francisco Núñez, han hecho múltiples alusiones a la caza y los toro -«lo que de verdad preocupa a los españoles, señaló Núñez-, presentándose como el mejor partido para defender a sus aficionados. El líder popular ha dicho que pretendía ir en la tarde de este domingo a una corrida de toros en Sevilla, pero que su equipo no le «dejaba» porque quiere que prepare el debate. El presidente popular empezará a trabajar en ello esta tarde en la sede de Génova junto al jefe de campaña, Javier Maroto; su director de gabinete, Javier Fernández-Lasquetty, y su directora de comunicación, María Pelayo. Esta vez sí llevará algún papel aunque no le gusta el formato de «debate enlatado», «de laboratorio».
Fuentes del entorno del líder del PP quitan -también- hierro a los debates. «No son la Super Bowl. En un debate a cuatro es muy difícil ganar o perder porque, por los tiempos, cada uno tarda a lo mejor seis minutos en replicar», afirman. Los populares no creen que beneficie a Vox el haber sido excluido porque pierden exposición durante cuatro días: el previo, el del debate y el posterior. Casado centrará sus intervenciones en atacar al enemigo común, según las mismas fuentes, y no a Ciudadanos.