El primero de los dos debates a cuatro entre los principales candidatos a la Moncloa ha dejado claros los dos bloques a izquierda y derecha, aunque sin compromisos previos de pactos, y ha resultado una confrontación previsible en la que solo Cataluña ha elevado la tensión.
Así, Pablo Casado y Albert Rivera han coincidido en acusar al presidente del Gobierno de poner en riesgo la unidad de España por pactar con el independentismo y le han pedido que diga si va a indultar a los responsables del «procés», pero también han atacado con argumentos similares en política fiscal o en medidas sociales.
Sánchez, por su parte, ha invocado la «foto de Colón» para advertir de un posible pacto de PP y Cs con la ultraderecha, y ha lanzado más de un guiño a Pablo Iglesias al «empatizar» con él por el espionaje o al agradecer el apoyo de Unidas Podemos a sus medidas sociales.
Y el líder de Podemos, por contra, ha dicho irse «decepcionado» porque el jefe del Ejecutivo no ha respondido a su pregunta de si está dispuesto a pactar con Ciudadanos tras el domingo.
Los cuatro líderes han salido del debate de RTVE con una prudente satisfacción y emplazando a los españoles a seguir la contienda de este martes por la noche que organiza Atresmedia.
Ha sido tras hora y media de un debate que comenzaba con guerras de cifras, como las de empleo -Casado hablando de destrucción y Sánchez de creación-, o sobre política fiscal, con el líder del PP y el de Ciudadanos prometiendo bajadas masivas de impuestos y Sánchez e Iglesias advirtiendo de que con la derecha pagan menos solo los ricos.
Sí ha querido Rivera distinguirse de Casado en este punto cuando ha mostrado una f oto del exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato para recordar que «el milagro económico del PP está en la cárcel».
Un «detector de verdades » pedía Sánchez ante la sucesión de «mentiras» de la derecha mientras Pablo Iglesias, ya desde el inicio, abría constantemente un ejemplar de la Constitución para reprochar a la derecha que se acuerde de ella solo para aplicar el artículo 155 pero no para cumplir los derechos sociales que recoge.
El primer momento tenso de la noche no ha llegado hasta entrado el segundo bloque, cuando Pedro Sánchez ha reprochado a Casado y a Rivera o bien sus propuestas o bien las opiniones de algunos de sus dirigentes relativas a la mujer.
Sin citar a Cayetana Álvarez de Toledo Sánchez ha pedido a Casado que le diga a sus candidatas » que no es no y que cuando las mujeres no dicen sí es no» y también le ha instado a que le diga a sus «amigos ausentes de la ultraderecha que el vientre de una mujer no es un taxi».
Después, ha girado la cabeza para dirigirse a Rivera y decirle que «el vientre de la mujer no se alquila». En respuesta, el líder de Ciudadanos le ha llamado «carca» por ir en contra de la gestación subrogada.
Como era previsible, ha sido con Cataluña cuando más se ha agitado este debate.
Pablo Casado y Albert Rivera han exigido al presidente del Gobierno que diga públicamente si piensa indultar a los dirigentes responsables del «procés» si son condenados.
Y Sánchez les ha respondido insistiendo en que respeten la separación de poderes y dejen trabajar al Tribunal Supremo, para remitirse después a unas palabras de Felipe González y señalar que «no puede haber ni indulto ni negación preventiva de un indulto antes de una sentencia firme».
En este debate, Rivera e Iglesias han dejado claras sus preferencias de pactos: El líder de Ciudadanos ha mantenido su propuesta a Casado y el de Podemos ha recordado su intención de una coalición con Sánchez.
Pero también ha habido reproches en este asunto: El de Sánchez «decepcionado» porque Rivera le haga un cordón sanitario a él y no a Vox y el de Iglesias porque el presidente del Gobierno no diga claramente que no quiere pactar con Ciudadanos.
Mañana más, han dicho todos al acabar asegurando salir muy contentos con su intervención en esta primera parte en RTVE que continúa mañana en Atresmedia.
Y no ha faltado tampoco esta noche el ‘ debate sobre el debate’.
Porque nada más llegar Albert Rivera ha reprochado a Sánchez que haya intentado «impedir» esta cita y ha pedido la dimisión de Rosa María Mateo, la administradora única de RTVE, mientras Iglesias agradecía a los trabajadores de la corporación su esfuerzos por mantener la independencia y para que el debate se celebrase.