El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de La Gomera, ha remitido un un comunicado en el que se requiere a las administraciones (Ayuntamientos, Cabildo Insular y Gobierno de Canarias) que se tomen medidas con el ganado asilvestrado, asunto que está afectando gravemente al sector vitivinícola insular, además de la biodiversidad insular.
Esta Entidad considera que “desde que se constituyó el Consejo Regulador de la D.O.P. La Gomera en el año 2003, las quejas de los viticultores por daños de ganado asilvestrado eran puntuales y abordables, pero que en los años transcurridos el problema ha ido a más, siendo en la actualidad uno de los asuntos más preocupantes a los que se enfrenta el sector”.
La zona afectada abarca prácticamente a toda la isla, El Cercado, Los Chapines, El Capitán, Tamargada en el municipio de Vallehermoso, Las Rosas en Agulo, La Caleta, Montoro y Lo Machado en Hermigua, Taguluche en Valle Gran Rey y La Laja en San Sebastián.
Este problema se ha acentuado de manera alarmante y no solo afecta al Parque Nacional de Garajonay y a sus zonas periféricas sino a toda La Gomera, se pueden observar verdaderas manadas de animales en fincas cultivadas, en carreteras, que ponen en riesgo la integridad de los conductores y en senderos y caminos, provocando desprendimientos.
El Consejo Regulador muestra su preocupación por la pérdida de mucha superficie de viñedo, debido principalmente al abandono por falta de relevo generacional, a lo que se suma el ganado asilvestrado, situación extremadamente preocupante en cultivos de viñedo en secano.
Entre otras cosas el Consejo Regulador aclara que los viticultores y los miembros del Consejo están a favor del ganado controlado, bajo la supervisión de un pastor o ganadero. Los rebaños de ovejas o cabras controlados permiten gestionar el territorio, previniéndolos ante incendios forestales y generando una importante economía en las zonas rurales además de su valor etnográfico y cultural. La agricultura y la ganadería siempre han sido actividades complementarias, pero este problema amenaza la pervivencia de la biodiversidad y de las actividades económicas, por lo que desde el Consejo Regulador se espera que el trabajo conjunto de las distintas Administraciones, así como de los sectores agrícola y ganadero, corrija la situación actual y se tenga una pronta solución.