El incendio forestal declarado este sábado en Valleseco (Gran Canaria) avanza sin control, sin que por el momento los numerosos efectivos y medios de lucha contra el fuego logren detenerlo, y ya ha entrado al Parque Natural de Tamadaba, una de las joyas medioambientales de la isla, integrado por 7.538 hectáreas y pertenece a los municipios de Agaete, Artenara y San Nicolás, en el centro y noroeste de Gran Canaria.
El fuego, de momento, ha provocado el desalojo de unas 5.000 personas de cuarenta núcleos poblacionales y ya ha afectado a unas 3.400 hectáreas. Además, tiene flancos que, según los técnicos, están fuera de capacidad de extinción.
Los servicios de emergencia han procedido esta madrugada a desalojar también a los vecinos de los barrios de El Valle y El Risco, de Agaete, y El Carrizal, de Tejeda, debido al avance del incendio.
Estos núcleos rurales se suman a la larga lista de barrios desalojados desde que el sábado comenzó este incendio forestal, el tercero en la isla en una semana, en municipios como Tejeda, Artenara, San Mateo, Valleseco, Gáldar o Santa María de Guía.
Poco antes, habían sido evacuados el casco urbano de Valleseco y se había ordenado a unas cuarenta personas que permanecen en el casco de Artenara, en la cumbre, refugiarse en el centro cultural del pueblo, porque en este momento es muy peligroso salir de la localidad debido a la progresión de las llamas.
Tesoro medioambiental
En Tamadaba se encuentra uno de los pinares naturales mejor conservados de Gran Canaria, de notable eficacia en la captación hidrológica, como atestigua la presencia de varias presas artificiales en su entorno. Con la salvedad de algunas casas aisladas en diferentes puntos, la única entidad de población que alberga es la de El Risco (unos 230 habitantes) y Guayedra (menos de una decena de habitantes).
En los riscos de Guayedra se encuentran varias especies amenazadas, algunas de las cuales son exclusivas de este lugar. Además, determinadas especies de aves endémicas y amenazadas encuentran en los pinares áreas idóneas de nidificación.
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, afirmó que es un incendio “muy virulento”, “no está contenido, ni mucho menos estabilizado ni controlado” y ya ha producido “un desastre” medioambiental, a pesar de contar con el mayor operativo terrestre y aéreo que jamás se ha tenido en un incendio en la isla.
”Es una situación tremendamente complicada”, confesó Torres, quién subrayó que el objetivo es preservar ante todo la seguridad de las personas.
En la extinción trabajan por turnos entre 600 y 700 efectivos así como diez medios aéreos, entre helicópteros, aviones e hidroaviones y han sido cortadas diez carreteras.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha desplazado a la isla de Gran Canaria para combatir el incendio cuatro aviones anfibios Canadier, un avión de carga en tierra, un helicóptero kamov y una brigada de especialistas en extinción del fuego con dos helicópteros.
También la Brigada Canarias XVI del Ejército de Tierra ha puesto a disposición de la Cruz Roja 600 camas para apoyar a los albergues que atienden a los casi 4.000 evacuados.
Las condiciones meteorológicas de este domingo en Gran Canaria fueron adversas, con temperaturas altas, vientos de unos 50 kilómetros por hora y una humedad inferior al 30 por ciento. En la zona afectada por el fuego hay muchos árboles, cuyas copas se están quemando, lo que hace difícil controlarlo.
Además, hay barrancos muy estrechos, de difícil acceso, que conducen y extienden el fuego. El viento varió en las últimas horas, lo que podría modificar la trayectoria de las llamas.
Cuestionado por las previsiones de este incendio, el presidente observó que son peores que las que había con el fuego de la pasada semana, mientras que sobre los daños materiales puntualizó que habrá que esperar a que pasen los días para cuantificarlos.