Hace pocos días, Robert F. Kennedy, sobrino e hijo de dos de los políticos más carismáticos en la historia de EEUU, estuvo en Canarias defendiendo la necesidad de despertarnos de una vez y empezar a luchar contra la devastación que estamos causando en el medio ambiente. Esa es una lucha de la que deberíamos ser muy conscientes los canarios sin necesidad de que nadie nos lo diga. Porque nuestra naturaleza, nuestro medio natural y su hermosa diversidad, es la mayor riqueza con que cuentan estas islas.
John Fitzgerald Kennedy, su tío, es el autor de esa frase que ha pasado a la historia: «No preguntes lo que tu país puede hacer por ti. Pregúntate que puedes hacer tú por tu país». Es una apelación al servicio público y al interés general que, tantos años después, sigue teniendo pleno sentido. Los ciudadanos la responden muy fácilmente: pagan impuestos con los que se sostiene el estado del bienestar. Pero los políticos, a veces, no tienen una respuesta tan fácil al alcance de la mano.
La obligación de los partidos políticos, tras las elecciones del pasado mes de abril de este año, era llegar a un acuerdo para permitir el gobierno estable que necesitaba España. No quisieron o no pudieron hacerlo. No cumplieron con la obligación que tenían con la sociedad y con el clamor de toda la ciudadanía que exigía un entendimiento. Con un país instalado en la provisionalidad, con cuentas prorrogadas y con las comunidades autónomas estranguladas financieramente, España estaba clamando por un gobierno estable.
No fue así y tuvimos que ir a unas nuevas elecciones. Y quienes antes protestaban, con razón, por la absoluta falta de entendimiento, hoy acusan a Pedro Sánchez de haber dado un rápido paso adelante para impulsar un gobierno progresista en este país. Soy de los que piensa que ya era hora. Aunque me consta que no lo tiene fácil y que articular mayorías para la investidura y para la legislatura es muy complicado, no me cabe la menor duda de que Pedro Sánchez, esta vez sí, se está poniendo a la altura de lo que los ciudadanos y España necesitan de él. Ya pasó el tiempo de la especulación política, del electoralismo y de la pugna de poderes. Ya está bien. Estamos en un país que no puede seguir instalado eternamente en la incertidumbre y mucho menos cuando nos enfrentamos a un panorama plagado de próximas dificultades.
Espero que Sánchez pueda gobernar con el apoyo de los partidos que crean en su proyecto y con la abstención responsable de quienes no quieran poner palos en las ruedas de España. Canarias, entre otros territorios, necesita tener ya un interlocutor en Madrid para desbloquear las enormes necesidades que ahora mismo tenemos en nuestra financiación.
El Gobierno de Canarias ha presentado un proyecto de presupuestos para el año 2020 que es, en sí mismo, un triunfo del compromiso. Es un presupuesto creado en tiempos de dificultad, pero con la voluntad de concentrar los esfuerzos en atender a las personas más vulnerables. A todas las cuentas públicas se le pueden encontrar defectos, pero es muy difícil negar que el gran objetivo de este gobierno, en el próximo año, es atender a los colectivos más necesitados y mejorar los servicios públicos esenciales de nuestras islas.
Y ese objetivo se ha impulsado con valentía: sin conocer aún qué respuesta vamos a tener a las necesidades financieras de Canarias en el contexto del Estado, lo que hace muchísimo más meritorio y comprometido el esfuerzo presupuestario de estas islas. Ha triunfado la apelación que Kennedy hacía en su tiempo. ¿Qué podemos hacer nosotros por nuestra tierra? Pues es muy claro: cambiarla. Acabar con un paro inaceptable, atender a dependientes que están abandonados a su suerte, mejorar los servicios de salud pública de nuestros ciudadanos y esforzarnos por llegar, con todos los recursos que podamos, allí donde haya un canario o una canaria que nos necesite. Eso es lo que gritan nuestros presupuestos y esa es la bandera que levantamos los que apoyamos un gobierno de cambio social.
Ojalá ese mismo espíritu llegue al Congreso de los Diputados. Para que se entienda que la primera obligación de los partidos políticos es garantizar la vida y el progreso de todos los españoles. Y que más allá o más acá de los conflictos ideológicos, existe una responsabilidad ante todos los ciudadanos que están esperando en fin de una parálisis que nos daña a todos. Y muy singularmente, a los canarios.