La Asociación Cultural para la investigación y conservación del silbo herreño ha denunciado ante el Defensor del Pueblo y el Diputado del Común la inacción de la actual Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias, encabezada por la arqueóloga María Antonia Perera Betancor (Sí Podemos Canarias), en la tramitación de la declaración de BIC del silbo herreño.
Antecedentes
El 21 de mayo de 2018, el Cabildo Insular de El Hierro concluyó la instrucción para proponer la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) del silbo herreño en la categoría de «conocimiento y manifestación de la cultura popular en peligro de extinción». Sin embargo, pese a haber transcurrido un año y ocho meses, el expediente no ha recibido ninguna atención por parte de los responsables de la Comunidad Autónoma, lo cual constituye una omisión del deber de resolución. Paralelamente, el silbo herreño está desapareciendo a medida que fallecen los silbadores de la isla. Tal es así, que, desde que se incoó el BIC, han muerto cinco silbadores herreños de especial relevancia. Sin embargo, estas circunstancias parecen importar muy poco a las autoridades responsables en materia de conservación del patrimonio.
Fundamento legal
La Ley 11/2019, de 25 de abril, de Patrimonio cultural de Canarias protege automáticamente los BIC incoados, siendo obligatorio tomar medidas de salvaguarda por parte de las administraciones públicas, sobre todo si estos se encuentran en peligro de extinción, como es el caso del silbo herreño. Hasta la fecha, el Gobierno de Canarias, a través de la Consejería de Cultura y, concretamente, de la Dirección General de Patrimonio que ostenta María Antonia Perera Betancor (Sí Podemos Canarias), no se ha preocupado lo más mínimo por este Bien Inmaterial.
Por otra parte, la Ley 10/2015, de 26 de mayo, Para la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial, establece en su artículo 6 que las administraciones competentes deberán garantizar la difusión, transmisión y promoción a las nuevas generaciones de los bienes inmateriales objeto de salvaguarda, coordinando iniciativas públicas y privadas e incentivando fiscalmente a los organismos y empresas promotoras.
Finalmente, la Convención sobre la protección y la promoción de la diversidad de las expresiones culturales de la UNESCO (2005) establece que proteger significa adoptar medidas encaminadas a la preservación, salvaguarda y enriquecimiento de la diversidad de las expresiones culturales.Reconociendo la necesidad de adoptar medidas para protegerlas, especialmente en situaciones en las que pueden correr peligro de extinción o de grave menoscabo.
Dejación de funciones
Una vez se ha hecho la propuesta de Resolución por parte del Cabildo de El Hierro, el 21 de mayo de 2018, enun plazo máximo de dos meses se debe emitir informe del Consejo del Patrimonio Histórico de Canarias, tal y como disponedel artículo 12 del Decreto 111/2004, de 29 de julio, por el que seaprueba el Reglamento sobre Procedimiento deDeclaración y Régimen Jurídico de los Bienesde Interés Cultural.Siguiendo lo dispuesto en esta norma, es la Dirección General de Patrimonio Histórico, encabezada actualmente por María Antonia Perera Betancor (Sí Podemos Canarias), la responsable de procurar el informe favorable del Consejo de Patrimonio Histórico de Canarias para la declaración de BIC. Sin embargo, no se ha convocado esta Comisión, desprotegiendo este legado cultural y desoyendo continuadamente las peticiones de los herreños.
Otras declaraciones de BIC propuestas por el Cabildo de El Hierro han conllevado un plazo menor. Así, por ejemplo, la declaración de BIC de la Fiesta de los Carneros de Tigaday se resolvió en trece meses, y la dela Fiesta de La Cruz de El Pinar, solo ocho. En el caso del silbo herreño, han transcurrido ya veinte meses, en los que ni siquiera se ha convocado al Consejo de Patrimonio Cultural. Este retraso constituye a todas luces una anomalía, ya que el silbo herreño no es un BIC consolidado, como los anteriores, sino que se encuentra en grave peligro de extinción.
La inactividad de la administración en la dilación del procedimiento y la falta de adopción de medidas de protección no solo supone dejar morir la historia insular, sino la memoria de las personas que lo vivieron y que hoy lo conservan. De hecho, desde que se inició el BIC, han muerto más de cinco silbadores cuyos testimonios son irrepetibles.
Diferente gobierno, mismo guion
La asociación denuncia la falta de diálogo y transparencia de la actual Directora General, que, pese a haber sido apercibida en varias ocasiones, no ha hecho ni una sola declaración pública en favor de la defensa del BIC.
Entienden que su inactividad constituye una falta de respeto total hacia el patrimonio cultural de los herreños y les sorprende que lleve a cabo inversiones económicas extraordinarias para conservar el patrimonio de países extranjeros, como las bibliotecas medievales de Mauritania, mientras que se ignoran las tradiciones y el patrimonio herreños.