La Escuela de Servicios Sanitarios y Sociales de Canarias (ESSSCAN), adscrita a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, se ha puesto en contacto con todos los servicios de formación y docencia de los distintos centros sanitarios de las islas, para poner a su disposición todas las herramientas disponibles que permitan seguir desarrollando los programas de formación previstos, atendiendo a las recomendaciones planteadas por el Ministerio de Sanidad.
El pasado 3 de marzo el Ministerio acordó con las Comunidades Autónomas la recomendación de “suspensión de todos los congresos, cursos, talleres y jornadas que impliquen concentraciones de profesionales sanitarios para evitar contagios por el COVID-19 y garantizar su disponibilidad”.
En esa línea, la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Teresa Cruz, consensuó ayer con las organizaciones colegiales de farmacéuticos, enfermeros y médicos, indicando que “ durante los próximos dos meses todos los encuentros en los que esté previsto que participen ponentes o asistentes del ámbito sanitario procedentes de zonas de riesgo afectadas por el COVID-19 se cancelen y que el resto de actos en cuya participación no se incluyan profesionales de dichas zonas de riesgo sí podrán celebrarse”.
El director de la ESSSCAN, Fernando Méndez, ha señalado que “en la situación actual y dados los continuos cambios científicos y tecnológicos y la reciente irrupción del COVID-19 en el panorama sanitario, es esencial mantener al día los conocimientos, habilidades y destrezas y, al mismo tiempo, mantener la seguridad de los sanitarios que participan en estas actividades de formación”.
En este sentido, la ESSSCAN ha puesto a disposición de todos los centros sanitarios de las islas distintos instrumentos que permitan mantener y desarrollar el programa formativo previsto, modificando su modalidad a metodologías que contemplen estas medidas, como pueden ser la formación on line, videoconferencias, videograbaciones, seminarios virtuales o webinars, y otras que permitan seguir desarrollando la formación continua de los profesionales de la asistencia. “Estas modalidades de docencia no solo permiten que el alumnado siga realizando acciones formativas y actualizando sus conocimientos, minimizando los riesgos de transmisión, sino que da acceso a los profesionales a programas docentes más accesibles y con una mayor flexibilidad horaria y adaptabilidad”, concluye Méndez.