La UME en el año 2015 en el puerto capitalino de La Gomera tras intervenir en las labores de un incendio

JORDI GARCÍA-SOLER.-  La Unidad Militar de Emergencias (UME) se está demostrando como uno de los instrumentos más eficaces en la aplicación y el desarrollo del vigente estado de alarma. Una vez más se comprueba el acierto del gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero cuando fundó la UME, en octubre de 2005. Lo hizo con el objetivo de poder intervenir de forma rápida y eficaz en cualquier parte del territorio nacional en casos de catástrofes, calamidades, graves riesgos naturales u otras necesidades públicas, mediante una fuerza militar conjunta y junto con otras instituciones del Estado y las Administraciones Públicas.

Según informa el plural.com, está claro que el apoyo militar a las autoridades civiles no es una invención de la UME. Existía ya en España antes de la constitución de esta unidad militar conjunta. Pero la fundación de la UME, pronto hará ya quince años, se inscribió en el contexto de un nuevo concepto de la seguridad nacional mediante la creación de unidades militares especializadas en la intervención ante situaciones de emergencia. Lo han hecho otros países, como Canadá, Estados Unidos, Francia, Japón, México, Rusia o Suiza. Y la propia UME ha contribuido y contribuye a la extensión de su modelo en otros países, en especial en algunos países de Centroamérica. Integrantes de la UME han participado asimismo en importantes misiones de cooperación internacional ante graves situaciones de emergencia sufridas por otros países.

Las intervenciones de la UME ante la aplicación y el desarrollo del actual estado de alarma se ha hecho muy visible, en particular en las tareas de desinfección intensiva realizadas por sus miembros, así como a través de su participación en la conversión de amplios espacios públicos en grandes centros hospitalarios de emergencia o en otras instalaciones que puedan albergar a gran número de integrantes de colectivos especialmente vulnerables. Estas actuaciones de la UME han sido muy bien vistas y elogiadas por la gran mayoría de la ciudadanía y también por parte de las autoridades públicas, con las excepciones del lehendakari Urkullu y otros destacados miembros del PNV, y con mayor dureza en la crítica por parte del presidente de la Generalitat, Quim Torra, miembros de su gobierno y significativos exponentes políticos, sociales y mediáticos del movimiento secesionista catalán.

Lo que para estos críticos constituye poco menos que una ocupación militar, es visto como un servicio público importante, rápido y eficaz por parte de la gran mayoría de la población, y en concreto los colectivos más directamente favorecidos por las intervenciones de la UME. No es ninguna novedad: ha sucedido ya en situaciones anteriores en las que equipos de la UME han tenido una participación decisiva en emergencias provocadas por grandes catástrofes naturales, inundaciones, incendios forestales, grandes nevadas…

Lo que no deja de ser curioso es comprobar ahora, casi a quince años vista, cómo han quedado desautorizados por completo los ataques que el PP, y más en concreto algunos de sus dirigentes, llevaron a cabo cuando el gobierno socialista presidido por Rodríguez Zapatero creó la UME. El propio Mariano Rajoy, entonces líder de la oposición, no solo afirmó que la constitución de la UME tenía “un difícil encaje legal” sino que fue más allá y criticó con dureza su creación “porque implica la segregación permanente de un importante contingente para misiones no militares”. Mucho más duro en su crítica fue el exdirector general de la Guardia Civil y antonces vicepresidente de la comisión de Defensa, Arsenio Fernández de Mesa. Entre otras lindezas dijo que la creación de la UME era “un capricho faraónico de Zapatero”, calificando además de “despilfarro” las partidas presupuestarias destinadas a esta unidad militar conjunta. En una línea parecida se expresó también Ignacio Cosidó, que llegó a ser director general de Policía en gobiernos del PP presididos por Rajoy. Dijo que la UME era “un instrumento inventado por Rajoy”.