La Consejería de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias, que dirige Sebastián Franquis, ha aprobado la adjudicación a las navieras que habitualmente operan en las islas, el contrato para la prestación del servicio directo de transporte marítimo interinsular con el fin de garantizar la conectividad en el Archipiélago mientras dure el estado de alarma decretado a causa de la crisis sanitaria del COVID-19. A este contrato excepcional se destinan 4.472.000 euros que se pagarán de forma retroactiva desde 1 de abril y hasta el final de la última anunciada (10 de mayo).
La Consejería considera imprescindible el mantenimiento de una conectividad mínima esencial por vía marítima para garantizar el aprovisionamiento básico de mercancías, tanto alimenticias como sanitarias y de otros productos esenciales, así como para facilitar los desplazamientos a los ciudadanos, al menos, para los relacionados con las actividades previstas en el artículo 7 del Real Decreto 463/2020. La continuidad de estas rutas marítimas es necesaria también teniendo en cuenta la dependencia de las islas no capitalinas en el acceso a muchos servicios y productos que se prestan en las capitalinas.
La Consejería de Obras Públicas, Transportes y Vivienda ha resuelto sacar este contrato directo con las navieras habituales por la imposibilidad de continuar con el servicio de transporte entre islas que han manifestado dichas empresas, debido la caída radical del tráfico marítimo de pasajeros y mercancías como consecuencia del estado de alarma.
El transporte marítimo interinsular se ha visto reducido a menos de la mitad de su frecuencia habitual con la entrada en vigor a las limitaciones de movilidad decretadas por el estado de alarma. y sometido a los mismos condicionantes, prácticamente, que el aéreo. Es decir, aquellas personas que quieran viajar entre islas por mar deberán justificar la necesidad inaplazable de realizar el viaje por alguna de las circunstancias ya descritas, y los barcos van a la mitad de su capacidad.
De esta forma, las 62 rutas marítimas que habitualmente cubren los desplazamientos interiores entre las ocho islas se han visto reducidas a 26. Estas restricciones han generado una bajada radical en la ocupación de los buques de las dos principales navieras que operan en las islas, con una pérdida cercana a los 70.000 viajeros con respecto a la situación previa a la crisis. En la actualidad sus buques navegan con una ocupación de pasajeros menor al 4% y del 48% en mercancías.
Como modelo para garantizar la prestación de este servicio de transporte marítimo fundamental para las islas, la Consejería ha seguido el utilizado por la Dirección General de Aviación Civil en el transporte aéreo interinsular en Baleares y Canarias, de competencia estatal.