El Ayuntamiento de San Sebastián de La Gomera ha izado la bandera roja en las playas de su término municipal ante la presencia de medusas conocidas como ‘Carabela Portuguesa’. al tiempo que se pide a los usuarios de que adopten las medidas oportunas al respecto.
Esta especie de medusas habita en los grandes océanos y puede llegar a producir un dolor muy intenso al ser humano con sus picaduras.
Veneno de la carabela portuguesa
De naturaleza carnívora, la carabela portuguesa posee en cada centímetro cuadrado de sus tentáculos, más de un millón de células urticantes, que utiliza para paralizar a los peces pequeños e introducirlos hacia la cavidad gastrovascular (gastrozoides) donde tomará lugar el proceso de digestión. En realidad, el veneno de estos organismos se segrega de manera espontánea y aunque no se considera mortal, si puede afectar a niños pequeños y personas alérgicas, llegando a causar paro cardíaco y por consiguiente, la muerte.
Otros síntomas más comunes son los vómitos, la fiebre, náuseas y un intenso dolor en la zona de la picadura. La toxina de la carabela se encuentra compuesta por estructuras proteínicas y péptidos, de las cuales se conoce que poseen propiedades hipnóticas. Otro hecho que resulta interesante, es que incluso cuando permanezcan inertes a la orilla de la playa, cualquier contacto con sus tentáculos puede resultar peligroso.
¿Cómo actuar ante una picadura de carabela portuguesa?
Lo primero es retirar los restos de tentáculos que puedan quedar remanentes sobre la piel. Esta operación nunca debe efectuarse directamente con las manos. Seguidamente, se deberá aplicar agua salada sobre la zona afectada. Nunca es conveniente emplear agua dulce, pues la diferencia de presión puede conducir al estallido de los cnidocitos y el aumento del dolor.
Para aliviar el dolor causado por la toxina, podemos lavar la zona con agua caliente o vinagre, aunque este último no se recomienda si no se ha limpiado debidamente la piel. Es importante además evitar la exposición de la herida a la luz solar, así como rascarse. Si los síntomas empeoran, lo más sensato es acudir al médico, quien podrá recetar cremas de corticoides, así como el vendaje de la zona y la suplementación de antihistamínicos.