La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha pedido a los pacientes con enfermedades cardiovasculares que extremen la adherencia a sus tratamientos para protegerse del coronavirus y sigan las recomendaciones del Ministerio de Sanidad.
En un comunicado donde explica como el COVID-19 afecta a estos pacientes, la SEC señala que «cualquier infección, también la causada por el coronavirus, produce una sobrecarga del corazón».
«Si un paciente presenta una enfermedad previa como, por ejemplo, insuficiencia cardíaca, el corazón empeorará su funcionamiento», señala el doctor Juan Cosín, presidente de la Asociación de Cardiología Clínica de esta sociedad médico-científica.
Además de sobrecargar el corazón, el coronavirus puede producir un daño infeccioso e inflamatorio sobre el músculo cardíaco, lo que se denomina miocarditis, que «puede empeorar la función de la bomba del corazón y el pronóstico del paciente», añade este especialista.
En la actualidad, prosigue la SEC, se desconoce si tener una enfermedad cardíaca facilita el contagio, aunque no lo parece.
«Lo que sí sabemos -indica el cardiólogo- es que las personas con enfermedades cardíacas pueden tener peor pronóstico», y cita un estudio de The Lancet, de esta misma semana, sobre los primeros casos del coronavirus en China, según el cual, en el grupo de pacientes que fallecieron había hipertensos, diabéticos o con cardiopatía isquémica.
No obstante, este estudio señala que en el análisis de todos los factores en su conjunto, la edad avanzada continúa siendo el que más relación tiene con un pronóstico adverso.
En este contexto, la SEC remarca que los pacientes con enfermedad cardiovascular «tienen que extremar la adherencia del tratamiento médico y evitar la ingesta excesiva de líquidos para que no los retengan y no se desestabilicen».
La Sociedad Española de Cardiología recuerda las recomendaciones del Ministerio de Sanidad que hay que seguir frente al coronavirus.
Lavado de manos con frecuencia y evitar tocarse ojos, nariz y boca; al toser o estornudar, cubrirse boca y nariz con el codo flexionado o con un pañuelo desechable; evitar las salidas del domicilio y limitar la actividad social.
Estas recomendaciones se completan con evitar acudir a consultas o pruebas médicas en centros hospitalarios, y ante cualquier síntoma (fiebre, tos o dificultad para respirar), quedarse en casa y contactar telefónicamente con los servicios de salud. EFE