El pasado miércoles 29 de mayo el Parlamento insular aprobó la nueva Ley del Juego con el voto unánime de todos los partidos canarios. En virtud de esta nueva nueva Ley, regulada según el Decreto 3/2020, se suspende la concesión de nuevas licencias y la apertura de locales de juego por un período de dos años.
A partir de ahora y, al menos, hasta el año 2022 cuando vuelva a revisarse la ley, los canarios y turistas de las islas que opten por el juego como ocio, tendrán que circunscribirse a los 36 salones, casinos y casas de apuestas deportivas que ya existen en las islas o jugar juegos de casino en línea a través de los casinos virtuales regulados por el gobierno central.
Según el consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, el socialista Julio Pérez Hernández, esta nueva ley llega avalada por la “voluntad popular” y la preocupación de la ciudadanía por el aumento y proliferación de locales de juego y casas de apuestas deportivas en la Comunidad Autónoma.
En palabras del consejero, esta nueva ley era necesaria para terminar con algunas prácticas como la denominada de “auto-regulación”, por la que una empresa solicitaba una licencia de apertura y se la era concedida inmediatamente. Julio Pérez apuesta por una nueva política de restricciones hasta que el sector del juego en Canarias sea ordenado de manera eficiente.
Este tipo de medidas están en consonancia con las adoptadas en otras Comunidades Autónomas como Baleares, Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha, Principado de Asturias, Navarra, Murcia o la propia Comunidad de Madrid, donde recientemente se aprobó una paralización de la concesión de licencias de apertura de locales para los próximos 18 meses.
La Asociación Canaria de Empresarios de Juegos y Apuestas, (ACEJA), junto con la patronal nacional del juego, (CEJUEGO), venía reclamando insistentemente ayudas al sector una vez que la pandemia del coronavirus había obligado al cierre de locales y salones de juego durante el confinamiento. Ahora, esta nueva ley, aprobada cuando Canarias se prepara para afrontar un verano inusual, ha sentado como un jarro de agua fría para la patronal del juego en las Islas.