Las islas de El Hierro y La Gomera, y en menor medida La Palma, han empezado a acelerar en la desescalada turística y ya presentan «buenas sensaciones» para la segunda quincena de julio y se preparan para alcanzar el «lleno» en agosto, según datos recabados entre la patronal turística Ashotel.
Máyuri Castañeda, propietaria de unos apartamentos en La Frontera (El Hierro), asegura que los operadores turísticos tienen «mucha ilusión» para la temporada de verano porque «julio es prometedor y agosto mucho más», si bien las reservas en septiembre se comportan «de forma más cautelosa» debido a que hay un cierto temor a una «recaída» de la covid-19 a partir del próximo otoño.
«Estamos casi a un nivel comparable al de años anteriores», destaca, reconociendo que en las últimas semana «ha ayudado» que la conectividad aérea y marítima se ha ido recuperando y a la espera de retomar los vuelos directos con Gran Canaria.
«En junio tuvimos muchos clientes interesados y no podían venir, era un hándicap», subraya, remarcando al mismo tiempo que con solo cinco pequeños hoteles en la isla, la ventaja son los alojamientos individuales como apartamentos o casa rurales porque «la gente tiene miedo a las áreas comunes» y el reinicio de la actividad no implica grandes costes económicos.
Luisa Trujillo, que gestiona un complejo de apartamentos rurales en Hermigua (La Gomera) ha apuntado que no están «para tirar cohetes» con las reservas porque julio «va lento» pero confía en que en agosto alcanzarán «el 100%».
Buena respuesta los fines de semana
Asume que el retraso se debe a la «incertidumbre» económica y los posibles brotes de coronavirus que se puedan presentar pero «no se puede asegurar nada» si bien reconoce que los fines de semana «están funcionando muy bien» desde que se ha recuperado la conectividad.
La incertidumbre nos rodea a todos, estamos empujando el carro para arrancar y reactivar, pero las impresiones son buenas», destaca, avisando a muchos visitantes de que «no se confíen» porque la isla tiene pocas plazas alojativas «y lo más seguro» es que muchos se queden sin poder venir.
«Las sensaciones son buenas para julio pero no hay nada firmado, porque muchas veces se reserva y se cancela», detalla.
Carlos García, vicepresidente de Ashotel en La Palma, admite que hya demanda por visitar la isla pero también «incertidumbre» entre los clientes y los propietarios de complejos turísticos porque no se han afinado del todo los controles sanitarios.
Desde que se abrieron los vuelos entre islas tras el final del estado de alarma «se ha notado un aumento» de la actividad y se reciben «muchas llamadas» solicitando información preguntando por precios, «como sería la estancia o el acceso a zonas comunes» pero no se sabe si al final «se arrepentirán».
García, propietario de un aparthotel en la playa de Los Cancajos (Breña Baja), asume que abrirá en julio en pérdidas pero es una forma de activar la demanda para que en agosto pueda alcanzar buenas cifras de ocupación. «Nos animamos a abrir y por necesidad, hay que abrir, sea como sea. Julio no será rentable abrir pero la rueda ya se pone en marcha», señala.
Además, destaca que las grandes cadenas van a abrir los hoteles más rentables en las islas grandes por lo que en La Palma, donde H10, Princess y Sol Meliá tienen presencia, en principio van a mantener cerrados los grandes complejos este verano salvo que las reservas tiren al alza.
Turoperadores alemanes, «con muchas ganas»
En cambio, cree que puede ser el verano del turismo rural en la isla y de hecho ya «hay gente» en casas rurales y «se ven coches de alquiler» dado que es «comprensible» que muchos turistas prefieran alojamientos aislados para evitar contactos con otros turistas.
García valora que la conectividad aérea y marítima entre islas ya ha mejorado bastante y resalta que ya hay vuelos directos con Alemania donde los turoperadores «tienen tantas ganas como nosotros» de reactivar la demanda «porque también están perdiendo un montón de dinero».
Además, Iberia ya ha comunicado que en la segunda quincena del mes recuperará su vuelo diario con La Palma desde Madrid.
Con todo, se confiesa «optimista» y cree que la isla recuperará sus cifras turísticas en el primer trimestre del próximo año si no hay una gran recaída de la pandemia.
«No aspiramos a nada más», reconoce, aunque admite que si miran al futuro, «hacen falta más camas hoteleras para aumentar la rentabilidad de los turoperadores y que puedan poner más vuelos y tienen que estar concentradas en los núcleos turísticos de Los Cancajos y Puerto Naos»