Este jueves, 16 de julio, arrancaba oficialmente los trabajos que permitirán llevar definitivamente la electrificación al Barrio de Tejiade, el último caserío de La Gomera sin electricidad, que “verá la luz” en apenas dos meses gracias al trabajo coordinado entre el Ayuntamiento de San Sebastián de La Gomera, el Cabildo Insular y el Gobierno de Canarias.
Así lo destacaba este jueves su alcalde, Adasat Reyes, quien aseguraba que “hoy es un día de felicidad para todos los vecinos y vecinas de San Sebastián de La Gomera, especialmente aquellos que residen en Tejiade y que, tras años de lucha y gestiones administrativas, están a punto de ver sus reivindicaciones atendidas”.
Además, adelantó que el proyecto cuenta con dos tramos, uno aéreo y otro soterrado, que están adjudicados por 262.000 euros a una empresa del municipio. Una iniciativa que comenzó a redactarse en el año 2006, retrasándose por diversas circunstancias hasta la actualidad y que está financiada gracias a una subvención del Gobierno de Canarias.
“Al fin podremos conseguir que las viviendas de esta zona sean ocupadas de forma regular, con los mismos servicios que la totalidad del municipio y recuperar la vida de este enclave único y privilegiado del sur del municipio”, apuntó.
Asimismo, Reyes recordó que la electrificación de Tejiade fue uno de los primeros expedientes que comenzó a tramitar desde que llegó a la alcaldía, en junio de 2015.
En este sentido, remarcó que “más que la dificultad de la obra, el mayor escollo vino de los condicionantes medioambientales, que fueron variando con el paso de los años retrasando varias veces el expediente de autorización administrativa previa necesaria para ejecutar este tipo de obras”.
En cuanto a los detalles del mismo, se trata de un proyecto que arranca en la línea de alta tensión existente en la carretera de entrada a Benchijigua, donde se conecta la línea subterránea de media tensión que alimentará a la nueva estación transformadora que se construirá en Tejiade. Esta línea discurrirá por el margen de la carretera actual y llegado al cruce, seguirá por la vieja carretera del sur hasta el límite del Barranco de Los Alcones, donde se colocará un apoyo metálico para salvar el barranco, con un vuelo de unos 725 metros. Con ello, se pretende llegar al otro lado del barranco donde se instalará otro apoyo, para desde él continuar en instalación subterránea hasta el centro de transformación.
Desde el centro de transformación se distribuirá una red de baja tensión sobre apoyos de madera que alimentará a las distintas viviendas diseminadas por la zona.