El presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, junto a la alcaldesa de Agulo, Rosa Chinea, y el director general de Infraestructuras Turísticas del Gobierno de Canarias, Fernando Miñarro, visitaron, este lunes, la vía de acceso a Abrante, después de que concluyeran los trabajos de mejora ejecutados por la Consejería de Turismo, Industria y Comercio y que han contado con una inversión de 635.669 euros.
La carretera que da acceso al Mirador de Abrante y la zona conocida como El Chorro, resuelve los problemas de seguridad que presentaba la vía en todo el trazado desde El Juego de Bolas, informó Casimiro Curbelo, quien recordó que el proyecto ejecutado ha servido para dotar de nuevas barreras de seguridad, pavimentar la vía, corregir la existencia de zanjas en los márgenes de la calzada y crear espacios de tránsito de dos vehículos en las zonas más estrechas.
Curbelo destacó que con esta actuación se minimizan los riesgos y se garantiza el acceso a este punto “que se ha convertido en parada obligada para residentes y turistas que desean contemplar las vistas que ofrece de Agulo y también de la zona oeste de Tenerife”. En este sentido, valoró la cooperación que existe entre el Cabildo y Turismo de Canarias para dar cabida a diferentes proyectos de interés para la isla como el recientemente presentado Plan de Fomento del Norte.
Miñarro recordó que el Mirador de Abrante “se ha convertido en un importante reclamo turístico en La Gomera, gracias a las increíbles vistas que ofrece de Agulo y del Teide” y matizó que “es fundamental garantizar su acceso con las máximas garantías de seguridad».
Por su parte, la alcaldesa de Agulo, Rosa Chinea, hizo hincapié en la dinamización del norte de la isla como escaparate turístico y puso el acento en la apuesta por proyectar a las singularidades de su municipio en el que la tranquilidad y la naturaleza son los principales promotores. “Actuaciones de este tipo nos hacen más competitivos y mejoran los servicios de nuestros visitantes”, subrayó.
Las obras han incluido la colocación de una barrera de seguridad en toda la vía, la mejora de los márgenes de la calzada para protegerlos de la erosión y permitir el cruce de dos vehículos en los puntos más estrechos, y la rehabilitación del firme con la ejecución de una nueva capa de rodadura, con su señalización horizontal y vertical correspondiente.