El portavoz del comité científico asesor para la pandemia, LLuis Serra, considera que ante los rebrotes de Covid-19 se debe reforzar la vigilancia policial, habilitar espacios para aislar a personas positivas y no descartar, añade, que Canarias retroceda en alguna fase de la desescalada.
En declaraciones a EFE el portavoz del comité científico que asesora al Gobierno de Canarias en esta materia indica que ahora mismo no ve probable un confinamiento puntual ni siquiera en el caso de Las Palmas de Gran Canaria, que lidera la cifra de casos activos en el archipiélago, porque todavía hay margen en el sistema sanitario.
Un confinamiento vendría determinado por un colapso en el sistema sanitario que actualmente no se produce y otra situación será «si las cosas siguen empeorando» y sobre todo, ha advertido Lluis Serra, por problemas derivados de los contagios intergeneracionales.
Ahora, añadió, el sistema sanitario ofrece una buena respuesta y cuando no pueda hacerlo habrá que actuar de otra forma pues, precisó, al igual que en la primera, en esta segunda ola de Covid-19 está influyendo el ocio nocturno específicamente en Las Palmas de Gran Canaria, que está contribuyendo a una gran propagación de casos.
Esto produce que la mayoría de ellos sean asintomáticos, en gente joven en la que es muy difícil detectar la enfermedad inicialmente, la portan durante varios días en los que van contagiando a más personas y entre éstas, al resto de sus familiares y a sus propios abuelos, que sí es lo que puede colapsar el sistema sanitario.
Hasta julio Gran Canaria se encontraba entre las islas menos afectadas por el coronavirus pero desde el 1 de agosto empezó a subir y ahora la situación es complicada, especialmente en algunos barrios de la capital, otras partes de la isla y en Lanzarote.
«Confiábamos en que agosto fuese un mes tranquilo, en el que tocaba no moverse tanto, pero parece que el ocio es muy importante y la gente sigue con muchas ganas de divertirse y de jolgorio, y esta movilidad es un factor de riesgo«, advirtió.
En su opinión, para afrontar esta situación habría que adoptar dos tipos de medidas y la primera es mejorar la capacidad de rastreo y ser más rápidos en la respuesta de laboratorio a las PCR, para lo que se han puesto recursos «y la gente trabaja a destajo», y la segunda «es más de tipo policial que sanitaria».
Se trataría de reforzar la vigilancia policial «para perseguir a las personas» que no cumplen las medidas de aislamiento si han dado positivo porque, añadió, está ocurriendo que los rastreadores les telefonean y o no les cogen el móvil o contestan desde la calle.
Muy poca gente está incumpliendo pero ponen en riesgo al resto, y Lluis Serra considera que si en un grupo de diez personas una no lleva mascarilla o lo hace incorrectamente debería ser excluida, pues es un potencial contagiador.
También opina que debería atajarse de algún modo la difusión de opiniones de los negacionistas, que están teniendo mucho eco en las redes sociales y en medios de comunicación «y están haciendo mucho daño y provocando brotes».
Asimismo, el portavoz del comité científico precisa que para constatar que una persona que ha dado positivo cumple efectivamente el aislamiento, lo que en ocasiones no se puede garantizar en el domicilio particular, se deberían habilitar espacios adecuados para ello.