Hace 528 años que la historia comenzaba a escribirse de otra manera. Un día 6 de septiembre de 1492, Cristóbal Colón partió de La Gomera rumbo a lo desconocido. Este viaje, que fue el primero realizado por el almirante, cobra ahora un sentido especial ante los desafíos a los que se enfrenta la globalización, los flujos migratorios y también el turismo. Al igual que con ellos, la pandemia ha hecho que los actos conmemorativos de este día se hayan sustituido por un Ciclo Cultural que recorre la isla con estrictas medidas de seguridad sanitaria, porque lo importante en este momento es proteger la salud para aplacar los ataques diarios que soporta nuestra economía.
Ni Colón se pudo imaginar que cinco siglos después de su hito, la Covid-19 frenaría las comunicaciones entre continentes, aparcaría el auge del turismo y pondría en jaque a la economía mundial, porque a diferencia de otras crisis, esta tiene una dimensión más allá de las fronteras de nuestro país, y es ahí, donde ahora tenemos la mirada puesta, porqué de las decisiones de otros estados y de nuestra salud depende la recuperación de nuestro principal motor económico: el turismo.
El anuncio de Alemania de colocar a Canarias en su lista de destinos no recomendados es una mala noticia. Para las islas, este mercado supone un 18% de los turistas que llegan, en otras palabras, 2,7 millones de extranjeros que podemos perder en vistas a una temporada de invierno clave para la recuperación del sector. Sabemos de los esfuerzos del Gobierno de Canarias y su consejería de Turismo para trasladar un mensaje de seguridad a este mercado, pero ahora nos toca esforzarnos en la responsabilidad social y en disponer de más control para evitar que la curva de contagios siga creciendo.
En reiteradas ocasiones he expuesto la utilidad de PCR en origen y destino. Sigo sin renunciar a esta idea. Es una de las pocas soluciones eficaces con la que crear corredores seguros entre Canarias y sus principales mercados emisores, garantizando que el turista que entre lo haga sin el virus y a su regreso, igual. Es la mejor forma de poder afianzarnos como un destino seguro y que las puertas de Europa vuelvan abrirse para las islas.
Ahora también nos preocupa los datos epidemiológicos de las islas. Los contagios han experimentado un crecimiento exponencial durante las dos últimas semanas y la toma de decisiones sobre nuevas restricciones espero que comiencen a dar sus frutos en las próximas jornadas, puesto que de esta evolución depende también el futuro del turismo en Canarias.
Sin duda, son momentos delicados los que estamos atravesando. La fortaleza de este Archipiélago necesita de unidad de acción de todos. Ahora, más que nunca, la coordinación y la cooperación entre administraciones, partidos políticos, agentes económicos y sociales debe ser la línea que marque las decisiones futuras. No sólo nos jugamos el presente, estamos escribiendo las páginas del futuro de generaciones de canarios que observan con incertidumbre el mañana.
Caminemos juntos, sumemos todos. Responsabilidad social y coherencia política. Las decisiones que hoy se tomen marcarán los resultados que obtengamos durante las próximas décadas. Canarias y los canarios nos necesitan.