La Guardia Civil, en la denominada Operación Falkusa, ha llevado a cabo el abordaje de un velero de bandera croata en aguas internacionales, a unas 88 millas al oeste de la isla de La Palma, interviniéndose en su interior un total de 980 kilos de cocaína que ha conllevado la detención de sus tres tripulantes, todos ellos de nacionalidad croata.
La investigación se inicia el pasado mes de febrero, cuando el Grupo Central Antidrogas de la Unidad Central Operativa, cuenta con distintas informaciones sobre la embarcación “MAJIC” de pabellón croata, que a criterio de los agentes la vincularían directamente con el tráfico internacional de sustancias estupefacientes a gran escala.
Fluida colaboración internacional
Dentro de los contactos habituales a nivel internacional en los que trabaja la Guardia Civil en el ámbito policial e institucional, una vez compartidas estas informaciones, rápidamente los investigadores pudieron concretar gracias a la Policía Nacional de Croacia en primer término, que esta embarcación partió a finales del mes de febrero desde Dubroknic (Croacia) con destino a Montenegro y posiblemente a costas españolas posteriormente.
De esta manera, la embarcación fue localizada a su llegada al Puerto de Almería desde donde se trasladó a la isla de Lanzarote, todo ello siendo sometida a vigilancias discretas por parte del Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de Canarias, que permitieron la identificación de todos sus tripulantes asentados en esa isla, así como conocer la intención de los mismos de poner rumbo a aguas caribeñas en un corto periodo de tiempo.
Por todos los antecedentes previos aportados, se asignó a la Guardia Civil la investigación en exclusiva de esta embarcación sospechosa de narcotráfico internacional, a la que posteriormente debido a su relevancia se sumaron además de las croatas, autoridades francesas (DNRED), británicas (NCA), americanas (DEA) y holandesas así como la agencia Europol.
Fruto de esta coordinación internacional, la Guardia Civil corroboró que la embarcación investigada se encontraba en aguas de la Isla de Barbados y posteriormente de la Isla de Martinica a principios del mes de abril.
Controles fronterizos por COVID-19
Debido a la pandemia que se está sufriendo a nivel mundial, la tripulación del MAJIC fue sometida a varios controles sanitarios e inspecciones en distintos puertos caribeños, hechos que ha criterio de los investigadores hicieron que los integrantes de esta organización desistieses de cualquier intento de carga de droga en esas circunstancias, por lo que regresaron al archipiélago canario, concretamente al puerto de Arrecife en Lanzarote en los primeros días del mes de junio.
A partir de ese momento, los tres tripulantes del MAJIC se separaron por distintos puntos del continente europeo, volviéndose a reunir en esa misma isla a mediados del mes de agosto, donde volvieron a ser monitorizados agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.
Centro de Coordinación de Vigilancia Marítima
A los pocos días de ese encuentro, el MAJIC zarpó con destino declarado Brasil, comprobándose desde el Centro de Coordinación y Vigilancia Marítima (CECORVIMAR) de la Guardia Civil, que tras salir de las Islas Canarias, la embarcación no seguía un rumbo acorde con su destino declarado, tomando dirección sur paralelo a costas africanas hasta el Golfo de Guinea, siempre en aguas internacionales.
Al cambiar posteriormente a rumbo norte, hizo sospechar a los agentes que se habría producido un posible transbordo de estupefaciente en alta mar desde una embarcación no identificada, lo que activó la rápida y urgente intervención del Servicio Marítimo de la Guardia Civil mediante su buque oceánico Río Segura, con miembros a bordo de la Unidad Especial de Intervención (UEI) ante un posible abordaje en alta mar, todo ello en previsión de que la posible sustancia estupefaciente fuese descargada en algún punto del litoral de las Islas Canarias.
Entre las capacidades de las que dispone este Centro de Coordinación destaca la facilidad para localizar en tiempo real los medios desplegados por la Guardia Civil, tanto aéreos como terrestres, así como la vigilancia por satélite mediante las últimas tecnologías para el intercambio seguro de voz y datos, lo que sumado a otras muchas características, convierten a la Guardia Civil en el cuerpo policial idóneo para asumir este tipo de responsabilidades de manera global en cualquier situación.
De esta manera, en la madrugada del pasado miércoles, se llevó a cabo la citada intervención, procediéndose al abordaje de la embarcación e inspección de la misma, encontrando los agentes en varias estancias de esta, gran cantidad de fardos de lo que sería posiblemente cocaína, siendo trasladados seguidamente tanto detenidos como la carga y embarcación intervenida al Puerto de Tazacorte en la Isla de La Palma, donde se procedió al registro judicial de la embarcación y al pesaje de la droga, arrojando esta un peso final de más de 1 Tonelada en los 980 paquetes de cocaína aprehendidos.
Miembros de bandas balcánicas
A raíz de las diferentes investigaciones en las que está trabajando la Guardia Civil hay que destacar que cada vez queda más consolidada la presencia en nuestro país de miembros de bandas criminales de países de Europa del Este, tales como Albania, Montenegro, Croacia, Bosnia etc, ubicados principalmente en las zonas estratégicas de nuestro país para llevar a cabo navegaciones transoceánicas, como son las Islas Canarias, Galicia y la zona sur de la península, consolidándose la tendencia que apunta a organizaciones criminales de esta zona como los responsables de muchas de las importaciones de cocaína en Europa.
Tras la detención de estos tres tripulantes del MAJIC y la estrecha colaboración policial internacional, se está practicando en Croacia, varios registros domiciliarios y de sus propiedades ampliando así la investigación que se está desarrollando en su país de origen.
Esta importante operación ha sido dirigida por la Audiencia Nacional y llevada a cabo por el Grupo Central Antidrogas y el Equipo contra el Crimen Organizado de Canarias, ambos pertenecientes a la Unidad Central Operativa (UCO), contando con el apoyo fundamental de distintas unidades del Cuerpo, como son la Unidad Especial de Intervención (UEI) encargada de la acción de abordaje del velero, el Servicio Marítimo mediante su buque oceánico Río Segura y distintas unidades de la Comandancia de Tenerife, siendo coordinado todo el dispositivo desde el Centro de Coordinación de Vigilancia Marítima (CECORVIGMAR), así como desde la Unidad Técnica de Policía Judicial.