Lucas es casi parte del paisaje de San Sebastián, se le ve pasear llevando a su madre, en el muro de la avenida, mirando hacia el mar o hacia la isla, siempre con el cuaderno en las manos, dibujando.
Sobre el confinamiento habla de él y de su madre, su dedicación total, por la que ha renunciado a momentos con amigos, relaciones sociales y a otras muchas cosas pero habla con orgullo y mucha delicadeza. Y habla del aprendizaje constante que supone la dedicación plena al cuidado a un ser querido, A LA MADRE.
Reconoce haber dejado todo a un lado, bueno todo no, sigue dibujando, con más pasión si cabe, con mayor introspección y consiguiendo transitar por esa fina línea entre el tatuaje y la colección de sombras…cómo la vida, de la piel al alma y del alma a la piel…
Siempre fue al mar, cada día en cualquier estación. Ahora no está yendo, dice Lucas que el mar está distinto, como sabedor de que algo pasa, que ese ser tan poderoso conoce los cambios que se están produciendo y los temores de los hombres.
Pero todo cambiará. La naturaleza y los hombres. Los poderosos volverán a sus refugios, correrán a esconderse temerosos de la fuerza del nuevo hombre y el nuevo mundo.
Mientras todo esto llega, Lucas seguirá dibujando y contando con absoluta precisión que pasará en el futuro y todo sin dejar de mirar y cuidar a su madre con eterna ternura, con amor.
( Lucas Darias es componente del grupo de artistas del VIAJE INTERIOR IV )
Benjamín Trujillo.
Estamos en redes sociales:
https://www.facebook.com/El-viaje-interior-111119467291640