El consejero de Sanidad, Blas Trujillo, ha llamado este viernes a no relajarse en la pelea contra la pandemia de covid-19 y convertir estos días “en un puente negro”, y ha señalado que se aumentarán los rastreadores porque la llegada del invierno supone “una amenaza seria a la vuelta de la esquina”.
Blas Trujillo realizó esta advertencia en la comisión parlamentaria de Sanidad en la que, en respuesta a una pregunta del diputado popular Miguel Ángel Ponce, señaló que la próxima semana se habilitarán 150 camas en dos hoteles para albergar pacientes de covid-19 y personal sanitario, con el fin de garantizar su cuarentena.
En función de la incidencia de la pandemia se podrá aumentar la capacidad de plazas porque hay capacidad y recursos económicos para ello, continuó Trujillo, quien explicó que también se está en disposición de aumentar de manera notable el grupo de rastreadores con la incorporación de guías turísticas, psicólogos y personal de la administración.
El parlamentario popular Miguel Ángel Ponce felicitó a la Consejería por habilitar hoteles para este fin pero, reiteró, es una medida que llega tarde porque si se hubiera implantado con anterioridad se habrían evitado contagios intrafamiliares, por lo que pidió a Trujillo “menos autocomplacencia y más autocrítica”.
Ponce realizó esta consideración a raíz de una respuesta ofrecida por el consejero a la diputada del grupo Mixto Vidina Espino, a la que acusó de endosarle críticas no veraces en forma de “pupurrí” y a la que posteriormente señaló que no ha comprendido que el modelo de funcionamiento del Gobierno en esta materia es de “absorción, no es un modelo Tampax”.
Blas Trujillo le indicó a Espino que desde que comenzó la pandemia la apuesta del Gobierno de Canarias por reforzar la sanidad ha sido “vital y clave” como se establece en el plan de reactivación social y económica, pese a lo cual Vidina Espino recriminó que sólo se han destinado 15,7 millones de euros al refuerzo sanitario y 155 millones al transporte.
Hay compromisos sanitarios en el plan que no están cumpliendo y entre otros, continuó Espino, no hay corredores seguros en los hospitales para pacientes contagiados de covid, los profesionales están desbordados y la Consejería les acusa de haber introducido el virus en los hospitales.
Trujillo negó estas últimas cuestiones y aseguró que, por el contrario, el Gobierno ha tenido la valentía de situar como estratégica la estabilidad del personal sanitario, para añadir a continuación que, frente a las críticas de Espino, los resultados en Canarias “nada tienen que ver con si llegamos tarde o estamos desorganizados. Algo habremos hecho bien”.
Asimismo, en contestación a la diputada de Podemos María del Río, el consejero señaló que este curso se hará una experiencia piloto para implantar enfermeros en los centros de educación no universitarios, lo que estará condicionado por la disponibilidad derivada de las exigencias de la pandemia.
En la misma comisión el consejero de Sanidad indicó que en 2019 un total de 12.879 personas pasaron por las unidades de desintoxicación de los hospitales Universitario de Canarias y Doctor Negrín, y señaló que este año se ha reducido la frecuencia de consumo de estupefacientes como consecuencia del impacto del covid-19.
Menos del 12 por ciento de personas con adicción ha declarado que ha aumentado su consumo en este tiempo, lo que se debe obviamente a la restricción de la movilidad y la escasa disponibilidad de suministro en este período, puntualizó Blas Trujillo.
El consejero ofreció estos datos en respuesta a una pregunta de la parlamentaria socialista Pino González sobre las políticas para prevenir las drogodependencias en el archipiélago, respecto a lo que Trujillo explicó que el IV Plan Canario de Adicciones 2020-2024 está finalizado y a la espera de los informes preceptivos por parte de órganos externos a la Consejería.
Una vez recibidos se elevará a Consejo de Gobierno para posteriormente presentarlo en el Parlamento de Canarias, continuó Blas Trujillo, quien indicó que el plan deja atrás el concepto de drogodependencias para centrarse en el de adicciones con el objetivo de tener en cuenta nuevos comportamientos.
Entre ellos la influencia de las ludopatías, los videojuegos y la adicción a las nuevas tecnologías de la información sin descuidar las tradicionales, y de mayor prevalencia, que son las dependencias del alcohol, tabaco, sedantes, cannabis y cocaína.
Precisó el consejero que en Canarias hay 33 centros de atención a las drogodependencias, seis centros de día, ocho comunidades terapéuticas residenciales y las dos unidades hospitalarias de desintoxicación citadas que gestiona el Servicio Canario de la Salud.