La organización del Club Deportivo Evesport quería seguir adelante con los preparativos del 42º Rallye Orvecame-Isla de Lanzarote, que está previsto para los días 13 y 14 de noviembre. Pero esta mañana llegaba la resolución de la Consejería de Actividades Clasificadas y Ordenación Turística del Cabildo Insular de Lanzarote desautorizando la celebración del evento, sin ninguna justificación clara que pueda satisfacer al colectivo del motor lanzaroteño, que anoche fue informado en videoconferencia sobre la difícil situación que atraviesa la prueba.
A pesar de existir una normativa especial del Gobierno de Canarias y de las autoridades sanitarias para la realización de este tipo de eventos durante el estado actual de la pandemia del coronavirus, el Cabildo de Lanzarote no las tiene en cuenta y desautoriza la celebración del rallye, con argumentos imprecisos y poco convincentes, abocando a la suspensión de la prueba más importante del automovilismo lanzaroteño y que sería fundamental para el desenlace del Campeonato de Canarias.
Desde muchos ángulos se ha intentado que el sentido común fuera tenido en cuenta, desde la propia Federación de Las Palmas, organizadores y de los propios deportistas. Pero el Cabildo ha confinado la isla a cualquier tipo de eventos importantes y no importa el nivel de riesgo que pueda suponer para la sociedad, dejando sin actividades de todo tipo a sus ciudadanos. Ni siquiera los ejemplos de otras islas como Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura, que vienen organizando pruebas de automovilismo con mucho rigor en la aplicación de los protocolos sanitarios anti-covid y sin público presente en la mayor parte de la competición.
En el escrito del Cabildo se argumenta la negativa de esta manera: «Al objeto de reducir riesgos dada la evolución de la pandemia en Canarias, se ha acordado por esta Consejería no autorizar la celebración de espectáculos públicos y pruebas deportivas competencia de esta Corporación, mientras dichas condiciones no mejoren sustancialmente».
Pero antes de este párrafo, en la misma resolución se expone: «Entre las medidas de prevención establecidas por el Gobierno de Canarias para hacer frente a la crisis sanitaria del Covid-19, se contempla que las autoridades responsables y los organizadores de eventos o actividades multitudinarias deberán adoptar las medidas oportunas para reducir el riesgo de transmisión del SARS-COV-2».
Esta contradicción con la normativa del Gobierno de Canarias, el Cabildo la justifica con «una reunión de coordinación con los ayuntamientos de la Isla», donde se acordó no autorizar ninguna prueba deportiva… Increíble, pero cierto, esta actuación política que ha dejado totalmente impotente al automovilismo de Lanzarote y a otros importantes eventos deportivos.
En la reunión de anoche, tanto Evesport representado por José Víctor Rodríguez, como la FALP y su presidente Miguel Angel Domínguez, dejaron claro que sus gestiones han llegado hasta donde se podía y que el rallye tiene todo preparado para su realización, cumpliendo los exigentes protocolos anti-contagios. Y ahora es el momento de que el colectivo del motor de Lanzarote se haga oír ante sus responsables públicos, para hacer prevalecer sus ganas de practicar el automovilismo con todas las garantías sanitarias y como se está haciendo en el resto de Canarias y de España.