Los diputados y los senadores tendrán sus retribuciones congeladas durante 2021 debido al contexto de crisis provocado por la pandemia del coronavirus, han informado a Efe fuentes parlamentarias.
Los trabajadores de ambas Cámaras, sin embargo, sí recibirán una mejora salarial, en función de lo que marque el Gobierno en su proyecto de presupuestos del año próximo.
Las asignaciones de los diputados vuelven a congelarse, por tanto. En junio de 2010 se congelaron debido a la crisis financiera, y así se mantuvieron hasta 2017.
En el Congreso, la congelación de los salarios ha sido aprobada por todos los partidos con presencia en la Mesa del Congreso: PSOE, Unidas Podemos, PP y Vox.
Pero la decisión se ha producido tras unos instantes de controversia, porque dichos partidos se han enfrentado por ello.
Para atajar las discrepancias y lograr el consenso, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, convocó una segunda reunión de la Mesa. Las diferencias desaparecieron, como han corroborado todas las fuentes consultadas.
Las decisiones sobre el régimen económico de los diputados suelen tomarse en consonancia con las previsiones salariales de los funcionarios y empleados públicos, es decir, de la administración general del Estado.
En el avance del proyecto económico para 2021 que el Gobierno envió a la UE la semana pasada no había referencias al respecto.
Fuentes parlamentarias han señalado a Efe que el planteamiento que se barajó en principio en el Congreso y en el Senado establecía el incremento de las retribuciones de los parlamentarios en el 0,9 por ciento.
Otras fuentes del Congreso consultadas a lo largo de la mañana han recalcado que dicho porcentaje no era tan concreto.
Fuera cual fuera la estimación, la Mesa del Congreso ha analizado en la reunión de este martes la previsión presupuestaria de 2021, que se recogerá en el proyecto del Gobierno, aún por presentarse.
Pero lo que ha habido ha sido un debate en el que los pareceres de PSOE y Unidas Podemos, por una parte, y del PP y de Vox, por otra, han vuelto a chocar.
Sobre esto las versiones de las fuentes consultadas por Efe son dispares: distintas fuentes de la Mesa han indicado que PSOE y Unidas Podemos, que son mayoría, han apoyado las previsiones presupuestarias del Congreso -incluido el aumento salarial- y que, precisamente por eso, la Mesa las aprobó.
En Unidas Podemos remarcan otra secuencia de los hechos. El portavoz del grupo parlamentario, Pablo Echenique, ha contado en Twitter que desde ayer lunes su formación se expresó en contra de la subida salarial.
Adjunta una conversación de «whatsapp» con el secretario tercero de la Mesa, Javier Sánchez, en la que ambos acuerdan intervenir este martes, durante la reunión, para dejar clara la posición contraria de Unidas Podemos.
El propio Sánchez, desde Twitter también, ha acusado al secretario general del PP, Teodoro García- Egea, de mentir, pues el dirigente de los populare, en un tuit, achacó a los partidos que forman el Gobierno de coalición de respaldar el incremento retributivo de los diputados.
Tanto el Partido Popular como Vox, nada más acabar la primera reunión de la Mesa, se lanzaron a criticar la medida y a acusar a PSOE y a Unidas Podemos de aceptar una mejora de las retribuciones de diputados y senadores a pesar del contexto de crisis que ha provocado la pandemia del coronavirus.
En el Senado, la decisión ha sido aceptada por unanimidad. La Mesa de esta Cámara la forman tres representantes del PSOE, tres del PP y uno del PNV.
Los integrantes de estos últimos dos partidos pusieron de acuerdo en congelar los sueldos de los senadores, lo que supone una mayoría de la Mesa. El importe global del presupuesto del Senado ascenderá a más de 53,3 millones de euros.
Todos los diputados tienen una asignación constitucional (no un sueldo como tal) de 3.050,62 euros brutos al mes, a lo que se suman indemnizaciones para desplazamientos y complementos según el cargo del diputado.
En el Senado, la cuantía común es casi la misma, unos 3.050,66 euros mensuales, también sujetos a tributación.