La vacuna contra la COVID-19 de la farmacéutica Pfizer tiene una eficacia de más del 90%, según han indicado este lunes sus fabricantes. Según recoge eldiario.es, Los primeros resultados provisionales en ensayos a gran escala muestran que la candidata de Pfizer/BioNTech tiene un comportamiento mucho mejor de lo que la mayoría de los expertos esperaban. Además, la compañía ha indicado que no se han registrado graves efectos secundarios.
“Hoy es un gran día para la ciencia y la humanidad”, ha dicho el doctor Albert Bourla, presidente y director ejecutivo de la compañía, según recoge the Guardian. El primer conjunto de resultados de nuestro ensayo en fase 3 de la vacuna COVID-19 ofrece las primeras pruebas de la capacidad de nuestra vacuna para prevenir el COVID-19”, ha indicado.
“Hemos alcanzado este hito en nuestro programa de desarrollo de vacunas en el momento en el que el mundo más lo necesita con los registros de contagio alcanzando nuevos récords cada día, los hospitales saturados y las economías luchando por reactivarse”, ha añadido Bourla.
Este nivel de eficacia se ha logrado siete días después de la segunda dosis, es decir 28 días después del inicio de la vacunación, que tiene dos dosis, aunque ambas compañías advierten de que la eficacia final podría variar a medida que avance el estudio, según un comunicado conjunto. Las firmas añaden que en esta fase tres del estudio no se ha reportado ningún problema de seguridad, por lo que el organismo independiente que supervisa los ensayos ha recomendado recoger información adicional, que será analizada con las autoridades reguladoras.
Según informa Reuters, la compañía ha estudiado a cuántas personas de las 94 que dieron positivo por COVID-19 dentro del ensayo se les vacunó con las dos dosis frente a las que recibieron placebo. Aunque no han especificado cuántos individuos de los que contrajeron coronavirus recibieron la vacuna, una eficacia del 90% implicaría que no fueron más de ocho personas de las 94. La farmacéutica va a continuar las pruebas hasta que alcancen 164 casos entre los participantes para confirmar que se mantiene el porcentaje de eficacia.
En el ensayo de la fase 3 de esta vacuna han participado 43.000 personas. Hasta la tercera semana de noviembre, según la compañía, se seguirán recogiendo los datos de seguridad que son requeridos. En ese momento, el expediente se presentará a los reguladores para lograr su aprobación.
Vacuna de ARN mensajero
La vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech es una vacuna de ARN mensajero, un tipo de vacuna que hasta ahora no ha llegado al mercado ni ha sido aprobada para otras patologías, pero en la que se lleva tiempo trabajando. A diferencia de las vacunas que introducen en el cuerpo una versión atenuada del virus que se pretende combatir para que el paciente aprenda a reaccionar frente a él, las vacunas de ARN mensajero introducen en el cuerpo las “instrucciones” para que sea el propio organismo el que produzca las proteínas del virus que generan la respuesta inmunitaria.
El de Pfizer es el mismo sistema en el que se basa la vacuna desarrollada por los laboratorios Moderna, otra de las candidatas que ha alcanzado la fase 3 de ensayos. Como en ese caso, el suero de Pfizer también está pensado para ser administrado en dos dosis y, como todas las vacunas basadas en ARN mensajero, requerirá de unas especiales condiciones de conservación a temperaturas ultrabajas, que suponen un inmenso reto logístico. Pfizer ha calculado que su vacuna debe ser conservada a unos 80 grados bajo cero y ha desarrollado un sistema especial de transporte del suero equipado con GPS.
Pfizer y BioNTech anunciaron el 27 de julio el lanzamiento de la tercera fase de los ensayos de la vacuna con 30.000 voluntarios en Estados Unidos, Argentina, Brasil y Alemania tras superar las primeras fases del ensayo. El 12 de septiembre anunciaron la expansión de su estudio en Estados Unidos a un total de 43.000 participantes. En octubre, lograron la autorización para iniciar los ensayos en menores de 12 años también en Estados Unidos, convirtiéndose en la primera vacuna en lograrlo allí.
En la actualidad hay diez vacunas contra la COVID en la fase 3 de ensayos, según el último informe de la OMS del 3 de noviembre: Pfizer y Moderna (basadas en ARN mensajero); Oxford/AstraZeneca, Cansino, Gamaleya (que ha empezado a ser distribuida en Rusia), Janssen/Johnson&Johnson (a partir de virus modificados a los que se les introduce componentes del coronavirus); Sinovac, la del Instituto de Productos Biológicos de Wuhan y la de su equivalente de Beijing (a partir de virus atenuado); y la de Novavax, desarrollada a partir de proteínas del virus.
En el comunicado en el que ha dado conocer los resultados de los primeros ensayos, Pfizer asegura que espera producir 50 millones de dosis de su vacuna este año y 1.300 millones en 2021. La compañía firmó un acuerdo por 1.950 millones de dólares con Estados Unidos a cambio de 100 millones de dosis con una primera fecha de entrega para este mismo año. Reino Unido cuenta con adquirir 30 millones y la Comisión Europea firmó un septiembre un preacuerdo para hacerse con 200 dosis para su distribución entre sus socios.
Por el momento, España tiene tres contratos cerrados para la obtención de vacunas, según explicó el ministro de Sanidad Salvador Illa la semana pasada: «Con la compañía AstraZeneca –que desarrolla la vacuna junto a la Universidad de Oxford–, con la compañía Sanofi y con la compañía Johnson & Johnson». El primero de esos contratos tiene, según el Gobierno, «fechas concretas de entrega de dosis» de las que a España corresponderían en un primer envío algo más de tres millones de unidades.