La ley de eutanasia ha salido adelante este jueves con un amplio respaldo en el Congreso de los Diputados y pese a los únicos votos en contra de PP, Vox y UPN. Una ley por la que familias, colectivos y particulares llevan luchando décadas y que podría entrar en vigor definitivamente en la primavera de 2021 tras su tramitación en el Senado.
La votación ha salido adelante con 198 votos a favor, 138 en contra y dos abstenciones. España se convertirá así en el sexto país del mundo en despenalizar la eutanasia con una ley que establece unos requisitos muy concretos.
Así, se podrá aplicar solo a mayores de edad, en condiciones «plenas», que tengan una enfermedad grave o sufrimiento intolerable y expresen su voluntad de morir. Todo ello, en un proceso acompañado por los médicos, que puede ser revocado en cualquier momento y tras haberle ofrecido las distintas alternativas como el acceso a cuidados paliativos.
Sánchez: «Es una gran conquista social»
Tras su aprobación, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha celebrado que la ley «supone una gran conquista social» para el país. «Avanzamos en libertad, en derechos civiles y en dignidad», ha escrito en su cuenta de Twitter, donde ha dado gracias a los grupos «que han apoyado esta norma y a las personas y colectivos que han tratado para conseguirlo».
La votación se ha producido tras un intenso debate sobre la vida, la muerte, la dignidad y la humanidad que ha durado algo más de una hora. Un debate presente también a las afueras del Congreso, donde una manifestación -que ha recibido el apoyo de Vox- clamaba contra el ‘Gobierno de la muerte’, mientras que partidarios de la eutanasia también se acercaban a las puertas del Parlamento para mostrar su apoyo.
Antes de la votación, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha aplaudido el apoyo mayoritario del Congreso a la futura ley de eutanasia, que supone, ha afirmado, un avance en el reconocimiento de derechos «hacia una sociedad más humana y más justa».
«Como sociedad, no podemos permanecer impasibles ante el sufrimiento intolerable que padecen muchas personas; España es una sociedad democrática lo suficientemente madura como para afrontar esta cuestión», ha manifestado en el pleno antes de la votación del dictamen de la norma. Illa también ha reconocido el trabajo de organizaciones y sociedad civil, así como la labor de la exministra de Sanidad socialista María Luis Carcedo «por la convicción con la que ha defendido» la ley.
La propia Carcedo ha incidido en que la ley «ni impone ni obliga», pues la eutanasia queda como una decisión autónoma del paciente, y ha rememorado cómo la derecha en el pasado se embarcó también en «batallas apocalípticas» ante otros derechos como el aborto o el matrimonio homosexual, que, «pasado un tiempo, se asumen y, pasado un tiempo, se practican». Unos argumentos que se han repetido entre la mayoría del arco parlamentario.
Entre los discursos de los partidarios de la ley, se ha colado el recuerdo de personas como Ramón Sampedro, Maribel Tellaetxe o María José Carrasco, que reclamaron una muerte digna para ellos mismos y no lo lograron porque la eutanasia era ilegal. También han recordado la lucha del marido de Carrasco, Ángel Hernández, la del médico Luis Montes, o la de la plataforma Derecho a Morir Dignamente en muchos discursos que han recibido un largo aplauso.
Los partidarios de la ley han insistido en que nadie pierde derechos, sino que éstos se amplían y que la eutanasia y los cuidados paliativos y la ley de dependencia son «complementarios y no contradictorios». Y es que los intentos por aprobar una ley de eutanasia en las Cortes llevan sucediéndose desde 1994.
PP habla de «suicidio asistido» y Vox de una «condena a muerte»
Durante el debate, el diputado del PP José Ignacio Echániz ha criticado que lo que se aprueba este jueves es «el suicidio asistido en España», algo que es un «fracaso» del sistema sanitario y de la sociedad en su conjunto. «La respuesta a la que estamos llamados es a no abandonar a los que sufren, no rendirse y dar cuidados, compañía, consuelo, amor y esperanza», ha aseverado.
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha calificado este jueves como «uno de los días más funestos de la democracia». «El gobierno de la muerte ha condenado hoy a la muerte a los más indefensos y a la desesperanza a los más débiles y a los que más sufren», ha asegurado en su cuenta de Twitter.
La portavoz de Unidas Podemos en materia de Sanidad, Rosa María Medel,se ha dirigido a PP y Vox para reprocharles que «nieguen a quienes no tienen dinero» o «no piensen como ellos» el derecho al uso de su «libertad personal».
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha criticado también las «caricaturas» que han hecho estos dos partidos de la ley de eutanasia porque se trata de «un procedimiento con garantías» y que cuenta con el respaldo de «más del 80% de la sociedad española».
El representante del PNV, Joseba Agirretxea, se ha dirigido a los contrarios a la ley para recordarles que deben «legislar más allá del código ético de cada uno» y «dar cobertura legal» a quien no tenga los mismos conceptos «de la sobre vida o muerte» que ellos.
Por último, formaciones como ERC, EH Bildu, BNG o CUP, aunque han mostrado su apoyo a la norma sí han reconocido que es «insuficiente» y, por ello, han mantenido vivas en este debate varias enmiendas que, finalmente, no se han aprobado.