Esta semana, Canarias y en concreto las islas de Tenerife y La Gomera se han visto nuevamente sacudidas por la situación de la pandemia, cuyos contagios, lejos de mermar, han alcanzado unas altas cotas de incidencia que evidencian una relajación en las medidas de seguridad sanitaria que no podemos soportar por mucho más tiempo.
De ahí que el Gobierno canario haya tenido que tomar medidas duras a la par que necesarias para contener los contagios. Son restricciones que no recibimos de buen grado pero que entendemos absolutamente oportunas, dado el descontrol en la propagación de este virus en la Isla. Sé que estas restricciones han sentado como un jarro de agua fría a todos los canarios, sé que suponen un varapalo para las economías familiares y que dificultan el encuentro con los nuestros en estas fechas tan especiales.
Pero también sé que este gigantesco esfuerzo será recompensado, pronto podremos recuperar nuestras vidas, ver a nuestros familiares y amigos, abrazarnos y brindar por un tiempo mejor en el que dejemos todas estas vicisitudes atrás. Como si de un regalo navideño se tratase, este 27 de diciembre llega la vacuna a Canarias y, si bien no eliminará al virus de un plumazo, supondrá un importante paso para ganar esta batalla.
Y si hablamos de contienda, los sectores productivos de las islas están sufriendo uno de los golpes más duros de nuestra reciente historia. Mantener abierto un hotel, comercio, bar o restaurante se hace cada vez más difícil, por eso el plan de choque del Gobierno canario, destinado al turismo, la restauración y el comercio aporta algo de oxígeno a una situación que para muchos es del todo angustiosa.
No cabe duda de que vivimos una época de incertidumbre en la que buscamos una luz que ilumine nuestro camino a seguir y por ello, celebro que esta semana el Parlamento canario aprobara los presupuestos autonómicos, ya que arrojan luz a toda esta oscuridad.
No les voy a engañar, no son la receta mágica a esta crisis, pero son imprescindibles e insustituibles, ya que marcan la senda a seguir durante el 2021, una hoja de ruta esencial que alberga multitud de proyectos y medidas encaminadas hacia la ansiada recuperación económica y social. Nacen en plena crisis mundial para sembrar certidumbre a todos los canarios, y en especial a aquellos que peor lo están pasando, ya que han sido configuradas para proteger a los más débiles y no dejar a nadie atrás.
Las cuentas canarias traen más de 9.500 millones de euros destinados a la puesta en marcha de acciones que repercutirán en la mejora de la calidad de vida de todos, ya que contemplan actuaciones en todas las Islas. Una cuantía que se complementará con los fondos procedentes de España y de la UE y que nos permitirá sacar adelante el popular Plan Reactiva, que no persigue otro objetivo que el de iniciar la recuperación del tejido productivo canario.
Los presupuestos, lejos de ser una suma de números improvisados, son fruto de numerosos meses de una minuciosa labor para garantizar la efectividad de cada euro. De ahí que los mismos destinen el 75% de los recursos a políticas sociales y al refuerzo de nuestros servicios esenciales, que son el pilar de nuestro Estado del bienestar.
Ahora más que nunca necesitamos estas cuentas, que llegan en medio de la tempestad para lanzar un salvavidas a todos los canarios, permitiéndonos afrontar el próximo año con mayor fortaleza para remar juntos hacia un futuro de esperanza y bienestar.