Así lo han explicado a Efe fuentes de la naviera, que han recalcado que, aunque este domingo se logró mover algo el barco, no se llegó a desencallar porque su apoyo inicial sobre una baja próxima al puerto de Agaete ha ido a más con el paso de los días, lo que complica los trabajos.
Cuando se cumplen cuatro días de este accidente, los operarios procederán este lunes a forrar el casco del ferry para evitar que sigan sucediéndose entradas de agua como las que ya han afectado a la sala de máquinas.
Además, se encargarán de presurizar los tanques y emplearán bombas de agua.
Desde que encallara cuando iba a atracar en Agaete, en su último servicio del día entre Tenerife y Gran Canaria, al ser empujado por una súbita racha de viento contra una baja cercana al puerto, varios remolcadores han intentando arrastrar el barco hacia el puerto, aprovechando las horas de pleamar durante la mañana, pero no ha sido posible.
En el dispositivo desplegado en torno al buque siniestrado para tratar de desencallarlo participan Capitanía Marítima, Salvamento Marítimo, Puertos Canarios y Puertos del Estado, que cuentan con el apoyo de remolcadores del operador marítimo Boluda.