Desde el CEIO continuamos con la serie de artículos que tratan de analizar la situación socioeconómica de La Gomera. Hasta ahora hemos hablado del proceso de envejecimiento y la mortalidad, hoy lo vamos a hacer sobre la pobreza acudiendo a los datos oficiales que aporta el ISTAC.

La crisis generada por la COVID-19 ha venido a profundizar una crisis económica que diferentes analistas ya percibían antes de la aparición de la pandemia [1]. En ese escenario, el archipiélago canario ya estaba en el vagón de cola de las comunidades autónomas más pobres de España [2]. El gomero curioso se preguntaría: ¿Y La Gomera, qué asiento ocupa en ese vagón de cola? Pues, vayamos a los datos para situarla dentro de Canarias.

Existen diferentes datos para analizar el fenómeno de la pobreza, pero hay unos que son los más usados: los que delimitan el umbral de pobreza, es decir, aquellos que permiten ver la posición que ocupa la población en función de la línea de pobreza relativa, que en 2018 (último dato disponible) se situaba en los 583€ mensuales.

La lectura de la gráfica no deja lugar a dudas: nuestra isla es la que presenta los peores datos del archipiélago, pues el porcentaje de personas que supuestamente ganan más de 583 €/mes es el más bajo de todas las islas con un 71,4%, y los que ganan menos de 583 €/mes representan el conjunto más amplio de todas ellas con el 28,6%. Queda claro entonces que el mayor número de personas con ingresos más bajos en Canarias se encuentra en La Gomera.

Otra fuente estadística de reconocido prestigio: Datosmacro [3], también ofrece estadísticas interesantes para comprobar esos parámetros, dejando constancia de que nuestra isla es la que presenta los peores datos de Canarias, y dos de sus municipios: Vallehermoso y Hermigua entre los cinco peores:

Pero, si ya de por sí estos datos son preocupantes y extensibles al caso canario en general, más nos debería inquietar el ver que no se trata de una problemática coyuntural, sino estructural. El grado de pobreza de nuestra isla se extiende en el tiempo manteniendo una línea creciente desde hace, por lo menos, 20 años, que es desde cuando disponemos de datos.


En el año 1982 el catedrático Eugenio Burriel publicaba un trabajo que marcó tendencia dentro de los estudios sociodemográficos en Canarias: «Canarias: población y agricultura en una sociedad dependiente«. En esta obra el autor exponía las causas que hacían de las islas un espacio dependiente, subdesarrollado y marginal en el contexto internacional. Pues, bien, como ejemplo de mayor atraso dentro de esta región subdesarrollada eligió a La Gomera, a la cual definía acertadamente como «una isla de campesinos pobres». Hoy podríamos definirla como una «isla de semiproletarios pobres» a la luz de los datos expuestos. ¡Qué poco hemos cambiado!

Desde distintos estamentos, foros y centros académicos se viene insistiendo desde hace tiempo -y ahora más con la crisis actual- de la necesidad de que Canarias cambie su modelo productivo, muy dependiente del turismo. ¿Qué tendríamos que decir para La Gomera? Imaginamos que lo mismo, pues los datos indican que el “modelo” aplicado en la isla no es adecuado en comparación a lo que sucede en el resto del archipiélago, ya de por sí malo. La pobreza sigue creciendo y es la más alta de todas las islas. Pero, para voltear esta situación habría que «cortar por lo sano» el mal llamado modelo productivo de la isla, pues en La Gomera no hay modelo productivo. ¿Qué se produce en ella? Prácticamente nada: la agricultura está bajo mínimos, qué decir de la pesca, el turismo está focalizado únicamente en tres zonas de la costa sur mientras que el resto del territorio insular es un “ecomuseo” que visitan diariamente los turistas provenientes de Tenerife o los que hacen escala en cruceros para dar un paseo por la mañana e irse por la tarde. A esto debemos añadir que buena parte de la población activa de la isla depende de los precarios y crecientes planes de empleo público, al tiempo que actividades como la hostelería y otros servicios van pasando a manos de foráneos (y que no se malinterprete con una postura xenófoba, antes, al contrario, queremos remarcar la tendencia laboral de la población gomera). Pero, parece que el gomero se siente cómodo siendo pobre porque se resiste a revelarse ante esta situación de precariedad tan evidente, y a las administraciones públicas locales les salen las cuentas para mantener el actual estado de las cosas y el giro de la rueda en el mismo sentido. En La Gomera seguimos sumidos en un círculo vicioso que no se logra romper, es más, parece que se fortalece. Pero el presente nos hace presagiar un futuro amargo con la caída del turismo y el efecto dominó que generará en el resto de actividades. Cuando los ERTE desemboquen en paros masivos y la pobreza se siga agudizando, ¿dónde va a encontrar acomodo dicha población? ¿En los planes de empleo público? Tal vez, pero a costa de mayor precariedad si es que se quiere «asalariar» a más personas demandantes de empleo. Creemos que esa será la tendencia, una problemática sobre la que tenemos que reflexionar y pensar en qué futuro queremos dejar a las generaciones venideras. Las formulas aplicadas hasta ahora no han funcionado y la clase política que «nos representa» no está a la altura de lograr un cambio, ni la que está en el poder ni la que quiere conseguirlo. Habrá que buscar otras vías para lograrlo. Desde el CEIO animamos a los/as gomeros/as “inquiertos” a buscar nuevos caminos.

Puntualización: invitamos a los lectores a que comprueben cómo a posteriori de esta publicación aparecerán propuestas, acciones y/o estrategias desde algún organismo oficial de la isla para revertir la penosa situación descrita. Consejo: no se crean nada, sólo son cantos de sirena vacíos e insustanciales como sus notas de prensa diarias. Lo que no han conseguido en la época de bonanza, ¿lo van a conseguir en la de crisis? Además, refuerzan nuestras tesis.

Notas

[1]. A modo de ejemplo ver a MANERA, C. y PÉREZ-MONTIEL, J. (20 de mayo de 2020). La crisis antes del coronavirus. Economistas Frente a la Crisis. (https://cutt.ly/slepFmy).

[2]. https://cutt.ly/ZlepTM7 ; https://cutt.ly/zlep1GU ; https://cutt.ly/FlesjmF

[3]. https://cutt.ly/XlUhDRz

Bibliografía

Autores: Luis Jerez (Geógrafo) y Rayco Rodríguez Trujillo (Historiador).

Centro de Estudios e Investigaciones Oroja (CEIO).

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