Todos los registros sobre rupturas matrimoniales en Canarias durante el pasado año 2020 apuntan al tercer trimestre del año -de julio a septiembre, cuando finalizó el confinamiento– como el más intenso en cuanto a rupturas matrimoniales, y el segundo (el que coincidió plenamente con la reclusión domiciliaria, de abril a junio) como el más tranquilo, según se desprende de los datos recogidos por el Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial hechos públicos hoy.
Así, la comparativa entre 2019 y 2020 apunta que en el primer trimestre de 2020 (antes del confinamiento) se registro un descenso del 22% en el ingreso de divorcios no consensuados, en el segundo trimestre (en pleno confinamiento) se computaron un 30,9% menos de casos, y en el tercer trimestre, cuando se acabó la reclusión, el incremento fue del 30,9%. En el último trimestre siguieron creciendo las demandas, pero sólo un 1,2%.
Similar situación se dio en referencia a los divorcios consensuados: bajaron un 12,4% en el primer trimestre de 2020 y un 26,9 en el segundo, para subir un 12,5% en el tercero y aumentar un 2,1% en el cuarto.
En lo que se refiere a separaciones no consensuadas, comenzaron el años (de enero a marzo) con un 0% de crecimiento, bajaron un 85% en el segundo trimestre y en el tercero aumentaron un 14,3%, bajando de nuevo entre octubre y diciembre un 20%.
Las separaciones consensuadas en las islas registraron un diferencial más abultado antes y después de la reclusión: en el primer trimestre bajaron un 38,5% en referencia al mismo periodo de 2019, en el segundo continuaron la caída (-62%), pero en el tercero y el cuarto sufrieron un notable aumento (72,2% y 68,2%, respectivamente).
De otro lado, según los datos difundidos ayer por el servicio de estadística del Gobierno de los jueces, Canarias registró durante el pasado año 2020 la tasa más alta de disoluciones matrimoniales de España: 23,6 casos por cada 10.000 habitantes -3,6 casos más que la media nacional- ,
El segundo territorio con mayor número de divorcios y separaciones fue la Comunidad Valenciana, con una tasa de 23,5, y el tercer puesto lo compartieron Baleares y Murcia, con 22,4.
A pesar de ser el territorio con los datos más altos en lo que se refiere a rupturas matrimoniales (el concepto engloba nulidades, separaciones y divorcios, tanto consensuados como no consensuados), el Archipiélago registró durante el pasado año una disminución del 7,4% en este tipo de litigios civiles en la comparativa con 2019. En aquel año se computaron 5.543 casos, mientras que en el ejercicio pasado fueron 5.1278.
En detalle, Canarias inició a lo largo del año pasado 2.233 procesos de divorcio no consensuado (un 7,4% menos que en 2019); 2.729 de divorcio consensuado (-6,8%); 60 de separación no consensuada (-17,8%); 106 de separación consensuada (-8,6%) y seis procesos de nulidad, los mismos que en el ejercicio anterior.
Datos nacionales
Todos los tipos de demanda de disolución matrimonial presentadas en el año 2020 mostraron importantes reducciones interanuales, con una disminución conjunta del 13,3 por ciento respecto a 2019, según los datos del órgano de gobierno de los jueces.
En concreto, las 54.960 demandas de divorcio consensuado fueron un 11,4 por ciento menos que las de 2019; las 36.090 demandas de divorcio contencioso, un 15,7 % menos; las 2.697 de separación consensuada, un 16 por ciento menos; y las 1.235 de separación contenciosa, un 18,3 % menos. En 2020 se presentaron 78 demandas de nulidad frente a las 100 presentadas en 2019.
Aunque es el sexto año consecutivo de descenso de las demandas de disolución matrimonial, la disminución de estas en 2020 ha sido mucho más acusada que en ejercicios anteriores: en 2019 la bajada fue del 1,9 % respecto del año anterior, con decrementos del 0,4 % en los divorcios consensuados, del 3,6 % en los divorcios contenciosos; del 5,4 % en las separaciones consensuadas y del 7,6 % en las separaciones contenciosas.
En 2020 se presentaron 11.329 demandas de modificación de medidas matrimoniales consensuadas, un 6,9 por ciento menos que el año anterior; y 30.070 demandas de modificación de medidas matrimoniales no consensuadas, un 14 por ciento menos que en 2019. Las demandas de medidas de guardia, custodia y alimentos de hijos no matrimoniales consensuadas, que sumaron 21.236, crecieron un 7,7 por ciento respecto al ejercicio anterior; mientras que las no consensuadas (25.184), experimentaron una reducción interanual del 11,2 por ciento.
Datos del cuarto trimestre de 2020
En el cuarto trimestre de 2020, el número de demandas de disoluciones matrimoniales, separaciones y divorcios, se redujo en un 2,7 por ciento respecto al mismo trimestre de 2019.
Durante los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2020, salvo para las de divorcio de mutuo acuerdo, las demandas presentadas de disolución matrimonial disminuyeron en relación con el ejercicio anterior. Las 16.883 demandas de divorcio consensuado fueron un 1,8 por ciento más que las presentadas en el mismo trimestre de 2019. Las 10.727 demandas de divorcio no consensuado bajaron un 8,8 por ciento.
Por lo que respecta a las demandas de separación, las consensuadas, de las que se presentaron 808, disminuyeron un 1,9 por ciento respecto al mismo trimestre del año anterior, y las 361 no consensuadas representaron un 9,1 por ciento menos.
El número de demandas de nulidad, 22, fue un 26,7 por ciento menos que las presentadas en el cuarto trimestre de 2019.
Poniendo en relación las demandas de disolución matrimonial del total del trimestre con la población a 1 de enero de 2020, puede verse que el mayor número de demandas de disolución por cada 10.000 habitantes se produjo en la Comunidad Valenciana, con una tasa media de 7. Le siguieron Islas Baleares, con 6,8; Canarias, con 6,6; Murcia, con 6,5; Cataluña, con 6,3; y Andalucía, Asturias y La Rioja, con 6,2. Todas ellas superaron la media nacional, que fue de 6,1.
Por debajo de esa media se situaron Aragón, con una tasa media de 4,6; Castilla y León, con 4,9; y Extremadura, con 5.